En las dos últimas décadas, los países han realizado progresos notables para comprender mejor sus finanzas públicas. Sin embargo, la crisis económica mundial nos ha recordado que debemos redoblar nuestros esfuerzos para garantizar que la formulación de la política fiscal se base en datos fiables sobre los resultados fiscales, pronósticos creíbles sobre las perspectivas y una evaluación exhaustiva de los riesgos fiscales. El FMI, en colaboración con la sociedad civil, los gobiernos y otras entidades, acaba de presentar una edición revisada de su Código de Transparencia Fiscal, y nos gustaría recibir sus comentarios para mejorar aún más este código. Escriba sus comentarios en el enlace siguiente.
Un panorama más adecuado pero incompleto sobre las finanzas públicas. No cabe duda de que en las últimas dos décadas se han logrado importantes mejoras en el ámbito de la transparencia fiscal. Por ejemplo, a principios de los años 90, los datos fiscales de la mayoría de los países abarcaban solamente el presupuesto del gobierno central. Ahora, más del 40% de los países declaran estadísticas fiscales sobre el gobierno general en su conjunto: es decir, tanto el gobierno central como los gobiernos subnacionales.
Hace una década, la gran mayoría de los países sólo proporcionaban información sobre las entradas y salidas de efectivo del gobierno. Actualmente, alrededor de una tercera parte de los países proporcionan parte de la información en valores devengados (basándose en el momento en que se originan los activos y no en el que se produce la transferencia monetaria), y casi una cuarta parte publican balances de sus activos y pasivos financieros.
Sin embargo, como lo ha demostrado la crisis reciente, la cobertura, la calidad, la puntualidad y la pertinencia de los datos fiscales publicados siguen siendo inadecuadas.
• En primer lugar, en muchos casos la información declarada sobre los resultados fiscales no es fiable, al menos inicialmente. Por ejemplo, en Grecia, pero también en otros países, los datos declarados antes de la crisis sobre la deuda y los déficits resultaron ser unos indicadores deficientes de la situación subyacente de las finanzas públicas.
• En segundo lugar, los pronósticos fiscales y presupuestarios con frecuencia no presentan información creíble sobre las perspectivas fiscales. A veces incluso no se presentan sobre la misma base que las cuentas o estadísticas fiscales que se utilizarán para evaluar el desempeño del gobierno al cierre del ejercicio.
• En tercer lugar, pocos gobiernos publican información adecuada sobre los riesgos fiscales a los que se enfrentan, incluidos los relacionados con el sector financiero.
Edición revisada del Código de Transparencia Fiscal y evaluaciones fiscales. La edición revisada del Código de Transparencia Fiscal del FMI tiene por objetivo abordar estas cuestiones. Establece normas ambiciosas con respecto a la cobertura, la fiabilidad y la puntualidad de la información sobre los resultados fiscales; exige que los presupuestos proporcionen una visión de conjunto de las perspectivas fiscales y sean comparables con las cuentas y las estadísticas fiscales, y hace hincapié en la importancia de analizar, divulgar y gestionar una amplia gama de riesgos fiscales, incluidos los relacionados con el sector financieros.
La edición revisada del Código de Transparencia Fiscal del FMI también constituye la base para las nuevas evaluaciones fiscales, que sustituyen a los antiguos módulos de transparencia fiscal del Informe sobre la Observancia de los Códigos y Normas (ROSC, por sus siglas en inglés) y en las que se considera si los datos fiscales de un país presentan un panorama completo y fiable de su situación, perspectivas y riesgos fiscales. Estas nuevas evaluaciones mejoran los antiguos ROSC ofreciendo las mejoras siguientes:
• Un resumen más accesible de los puntos fuertes y las deficiencias de un país en el ámbito de la transparencia fiscal.
• Una evaluación más cuantitativa de las deficiencias de los datos fiscales declarados por un país.
• Una serie de recomendaciones, priorizadas y de cumplimiento en etapas, en las que se defina cómo abordar las cuestiones más urgentes de transparencia fiscal de un país.
Las nuevas evaluaciones se han llevado a cabo de manera experimental en tres países de bajo ingreso, emergentes y avanzados. Los comentarios recibidos de los países han sido positivos y nos han ayudado a mejorar la edición revisada del Código de Transparencia Fiscal. Espero que consulten esta nueva edición y que nos transmitan sus propios comentarios para seguir mejorando este código.
*Esta columna fue publicada originalmente en el blog Diálogo a Fondo del FMI.