Según un informe publicado en conjunto por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de Estados Americanos (OEA), Latinoamérica y el Caribe pierden US$90 billones anuales debido a los crímenes cibernéticos.

Se hace frente a la amenaza gracias a una serie de enormes avances ocurridos en los últimos diez años, de los cuales VU, dedicada a la protección de la identidad y la prevención de fraude, fue tanto testigo como protagonista.

En primer lugar, es necesario recalcar la decisión de los gobiernos de establecer la ciberseguridad como elemento clave para la estabilidad económica de los países, abarcando políticas gubernamentales, legislación, concientización pública y la cooperación con otras naciones. De la misma manera, es importante mencionar las regulaciones implementadas por algunos países, como Costa Rica, que introdujo penas de delincuencia cibernética, o Perú, que estableció un marco legal para la protección de datos.

En un mundo donde el robo de la identidad es un riesgo constante, los gobiernos se asocian para adoptar un Sistema Automatizado de Identificación compartido, con el objetivo de centralizar la autenticación y gestión de ciclo de vida de los ciudadanos que, cada día, dejan huellas digitales en el ciberespacio.

Otro de los avances más significativos es la implementación de técnicas de machine learning, una tecnología clave en la prevención del lavado de dinero y el fraude electrónico. La capacidad de analizar y predecir comportamientos futuros permite atacar el ciclo de vida de las amenazas y adelantarse a ellas. De esta manera, las empresas pueden evitar ataques como el pharming, phising, vishing y botnets.

La aparición de códigos de fraude cognitivo ha sido determinante en la prevención del fraude, los cuales se han detectado “in-the-wild” con técnicas similares a las de ransomware y la utilización de machine learning para exponer datos privados de las víctimas, emular transacciones financieras y pedir rescates que eventualmente liberarán los perfiles online de ciudadanos.

Durante la última década también han surgido otras innovaciones transaccionales como blockchain y cientos de criptomonedas. Hoy en día se discute sobre cuáles y como sobrevivirán tanto como el modelo tecnológico como económico y lograrán posicionarse como moneda corriente clara entre usuarios, inversores y empresas.

En ese sentido, no podemos olvidar la aplicación de la inteligencia artificial como transformadora de la industria cibernética; y, por supuesto, la adopción de la nube, cuya seguridad es hoy una de las prioridades para el 75 de las empresas, según una encuesta de Gartner.

Como resultado, hoy se ve un ecosistema de ciberseguridad creado para impulsar la innovación y el emprendedurismo en la región.  

En Argentina, VU participó de la creación de la Cámara Fintech, que apunta a que la capacitación y la formación de alianzas entre gobiernos y empresas, contribuyan a la creación de un ciberespacio más seguro.