Chile es el país exportador de Sudamérica con mayor diversidad de climas, suelos y expresiones en sus vinos. Nuevas zonas vitivinícolas surgen todos los años debido a la gran capacidad de exploración que tienen los empresarios nacionales, los cuales realizan plantaciones en los lugares más recónditos del país, sin olvidar al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) que posee viñedos en zonas extremas que ayudan a ampliar la diversidad genética y de adaptación agroclimática.
En esa vorágine, estamos siendo testigos del surgimiento de nuevos terroirs para la producción de uvas de calidad, como lo es el Valle de Puelo, que en realidad por ley todavía señala en su botella de origen Osorno -es un hecho que demuestra que se debe actualizar nuestra legislación.
Pese a todo se logró concretar una anhelada visita a Chile, realizada entre el 6 y 10 de febrero. La periodista y Master of Wine, Jancis Robinson, que además escribe para el Financial Times y su homónimo y prestigioso sitio web, visitó el Valle del Itata para conocer los viñedos más antiguos del sur de Chile, y luego continuar la ruta hacia el Río Puelo en la Patagonia, donde visitó el viñedo comercial más austral del país, en el que se produce el pinot noir Puelo Patagonia, de Villaseñor Wines.
Jancis Robinson estuvo acompañada por el genetista de uvas suizo José Vouillamoz, una de las autoridades líderes del mundo sobre el origen y filiación de las variedades de uva, a través de análisis de ADN. Reunió muestras de hojas de una antigua parra perdida de más de 70 años que fue encontrada al interior del Parque Tagua Tagua, en la Región de Los Lagos. Esta parra escala un árbol nativo de la zona por más de ocho metros. Pronto sabremos qué variedad es.
¿Cómo llegó esta parra a la Patagonia? En la zona existieron diversos asentamientos humanos desde comienzos del 1900, los cuales llegaron por el paso cercano a Argentina, lo que podría explicar la llegada de esta curiosa parra a la zona de Puelo, ya que en el sector también se pueden encontrar árboles frutales y construcciones abandonadas.
En el Valle del Itata se degustaron más de 25 vinos regionales de alto potencial exportador y que actualmente, en su mayoría, ya son exportados para Europa, Asia y Norteamérica. La gastronomía local fue un pilar importante de la visita, ya que además de Jancis Robinson estuvo presente el crítico gastronómico del Financial Times, Nick Lander, razón por la cual se realizó una cena de degustación en el restaurante de reserva Cuarenta Sillas, cocina de autor con base endémica de productos regionales, propiedad del cocinero Andrés Martinez.
La presencia del genetista suizo José Vouillamoz fue muy importante, porque luego de esta visita se reunió con autoridades e instituciones nacionales para presentar un proyecto internacional con enfoque en la identificación de variedades vitivinícolas de mayor valor agregado, aplicable a zonas de rezago regional. De esta forma, al saber qué variedades existen, se podrá crear vinos de autor y al mismo tiempo ayudar a los agricultores de la zona de rulo en Itata. El Valle del Itata fue el primero en el sur de Chile que desarrolló vitivinicultura comercial.
Consultado Vouillamoz por sus planes a futuro, destacó que "vamos a presentar una iniciativa que cubra la totalidad de vides antiguas de Chile, y de esta forma conocer exactamente qué variedades están plantadas en el territorio. Me gustaría analizar el árbol geneológico y posiblemente, descubrir uvas que son endémicas de Chile. Lo que más me sorprendió en Itata fue la diversidad de climas, suelos y especialmente las diferentes expresiones de las variedades país, que valoro mucho cuando están establecidas en suelos graníticos o volcánicos".