¡Hola a todos! El artículo de este mes será sobre un tema muy polémico, discutido y debatido en ámbitos organizacionales, se trata del hostigamiento sexual.
Antes que nada, vamos a conceptualizarlo: “…el hostigamiento sexual es la intimidación de naturaleza sexual o violación, promesas no deseadas o inapropiadas a cambio de favores sexuales. Puede adoptar una variedad de formas. Incluye tanto la violencia física como las formas más sutiles de violencia como la coacción, etc….”
Para no confundir conceptos, en otro artículo hablaremos del acoso laboral o mobbing, el cual es un tipo de intimidación laboral pero el cual no tiene ninguna connotación sexual.
Para comenzar a entenderlo, voy a recordar una historia que me contó una gran amiga, la cual estudió conmigo (hoy es una reconocida gerenta de Recursos Humanos en una muy conocida empresa). Esta chica empezó a practicar en el área de RR.HH. de una empresa, casi al mismo tiempo que yo en otra.
Ella me contaba que en la empresa donde practicaba, había un jefe de área, el cual tenía como costumbre y pasatiempo principal, el inventar y recitar esos mal llamados piropos, subidos de tono y de índole sexual, en público, a las nuevas colaboradores de la empresa, causando en ellas un rubor en sus rostros, y mucha vergüenza….esta práctica se hacía habitual, era casi un tema cultural, el que las nuevas colaboradores pasen por esta mal llamada prueba de inducción o bautizo, causando la risa de todos los presentes..…terrible e injustificable, ¿no? Si, coincido.
¿Por qué relato esta historia? Simple, si alguno de nosotros escucha de una persona que ha sufrido temas de hostigamiento sexual en su centro de trabajo, lo primero que se nos viene a la mente es: un jefe que amenaza sexualmente a una colaboradora a cargo, un compañero de trabajo que insiste a una nueva compañera que el salir con él le traerá beneficios en la empresa, y un largo etc., pero no, actualmente se toma como hostigamiento sexual a prácticas como estas: esos mal llamados piropos que incomodan a una persona, esas miradas lascivas o tendenciosas que incomodan a una persona, esas bromas en doble sentido que incomodan a una persona, esos comentarios sobre nuestro cuerpo que se hacen e incomodan a una persona, todo aquel comentario, mirada, chiste, broma de índole sexual, el cual podría ser causa de incomodidad de una persona o un grupo de ellas.
La persona a la cual me refería al inicio de este artículo, el jefe “piropeador” que trabajó con esta amiga mía, no podría seguir con estas prácticas de ninguna manera en la actualidad, estas prácticas serían desterradas de inmediato, incluso con un fuerte jalón de orejas, o “tarjeta amarilla” o fuerte amonestación….
Por eso nosotros recomendamos siempre contar en nuestras empresas con un Comité de Ética, que analice, observe, discuta y vea estos casos de forma muy privada y confidencial, es más, este comité de ética tiene que, en coordinación con el área de Recursos Humanos, dar capacitaciones o talleres sobre estos temas, que es el hostigamiento sexual, como se manifiesta, que hacer para detectarlo, que hacer cuando un colaborador lo está sufriendo, medidas a tomar con un hostigador y un largo etc.
Finalmente, es ideal también tocar estos temas en los programas de inducción de las empresas, y reforzarlo, como hemos mencionado antes, en capacitaciones o talleres sobre los mismos.