Si bien la inflación es un indicador económico importante para cualquier país, en los últimos meses ha sido más que relevante para la política económica de Estados Unidos por el impacto en las tasas de interés y en los mercados financieros a nivel mundial.
En lo que va del año, la inflación ha cobrado un pequeño impulso y el mercado temía que la Reserva Federal de Estados Unidos, Fed, resolviera reducir su expectativa de recortes de los tipos de interés. Lo cierto es que al no ceder la inflación aún, la Fed ha decidido mantener sin cambios las tasas de interés en el mes de marzo de este año.
Efectivamente, luego de reunirse el 19 y 20 de marzo de 2024, la Fed resolvió mantener las tasas de interés en el punto de 5,25% – 5,50%. Desde julio de 2023, la Fed ha mantenido sus tipos en ese rango, el más alto en 23 años. Y, aunque la expectativa está en que este año haya al menos tres recortes a las tasas, el banco central estadounidense no siente aún la confianza para hacerlo.
La meta principal es llegar a una inflación del 2% a largo plazo, mientras que se mantiene el máximo empleo. El panorama económico es aún incierto y se permanece muy atento a los riesgos de inflación. La inflación de febrero fue de 0,4% y la interanual de 3,2%, estando levemente por encima de las expectativas de los agentes del mercado.
En tal sentido, los gestores de fondos están mostrando un nivel de optimismo no visto desde principios de 2022. Según el último informe del Fund Manager Survey (FMS), elaborado por Bank of America, las expectativas de crecimiento mundial han alcanzado su punto más alto en más de dos años, mientras los riesgos de recesión se desvanecen poco a poco.
El informe del banco estadounidense señala que los gestores ven cada vez menos probable una recesión en los próximos 12 meses, con un consenso del 62% en favor de un "aterrizaje suave". El sentimiento inversor de la encuesta de marzo mejoró hasta alcanzar el nivel más 'bullish' desde enero de 2022.
La asignación de acciones de los gestores ha alcanzado un máximo en dos años, con una rotación significativa hacia Europa, los mercados emergentes y el sector financiero, a expensas de los sectores tecnológico y de consumo discrecional en el mercado estadounidense.
Finalmente, respecto a los riesgos, la mayor preocupación en un horizonte a 12 meses para los gestores es que la inflación siga siendo alta, ampliando incluso la diferencia con otros riesgos percibidos como la geopolítica o el riesgo de un aterrizaje fuerte. También crece el riesgo asociado a las próximas elecciones en Estados Unidos. La atención se centrará en las proyecciones económicas del banco central. En resumen, aunque se espera un rendimiento positivo en las inversiones, es importante estar atento a los cambios económicos y políticos para tomar decisiones informadas.