En América Latina y el Caribe, la ciberseguridad se ha convertido en una preocupación urgente para las empresas. En 2023, la región enfrentó aproximadamente 200.000 millones de intentos de ciberataques, según FortiGuard Labs, lo que representa el 14,5% del total global. México, Brasil y Colombia fueron los países más afectados, pero Perú también sufrió, con 5.000 millones de intentos. 

En este contexto, donde los ciberdelincuentes se vuelven cada vez más sofisticados, surge una pregunta crucial: ¿dónde pueden las empresas encontrar el entorno más seguro para sus datos y operaciones? La respuesta, cada vez más, está en la nube. 

La Cloud Security Alliance (CSA), una organización líder en la promoción de mejores prácticas para garantizar la seguridad en los servicios de computación en la nube, ha publicado un estudio que destaca las principales ventajas de la nube en términos de seguridad. Según el informe, estos beneficios incluyen:

• El aprovechamiento de la experiencia especializada de los proveedores de servicios en la nube.
• La optimización significativa del rendimiento y la reducción de la latencia.
• Una amplia gama de opciones en materia de resiliencia y recuperación ante desastres.
• La diversidad de soluciones ofrecidas por los proveedores de servicios en la nube.

Para aprovechar de manera eficiente los beneficios que ofrece la nube, los siguientes tres pilares pueden ayudar a las organizaciones de todos los tamaños e industrias a tener operaciones cada vez más seguras.

Primero, fomentar una cultura de ciberseguridad es crucial. La seguridad digital ha evolucionado de ser solo una cuestión técnica a convertirse en un componente esencial de la cultura organizacional moderna. Las empresas deben adoptar una mentalidad de seguridad descentralizada y escalable, donde todos los empleados asuman un papel activo en la protección de los activos digitales. Segun el informe The Global Risks Report 2022 del Foro Económico Mundial, los errores humanos son responsables del 95% de las brechas de seguridad. Fomentar esta cultura no solo ayuda a prevenir incidentes, sino que también integra la ciberseguridad en las prácticas diarias de la organización.

La prevención y protección de datos, debe ser prioridad. En un mundo en donde los datos se han vuelto el activo más preciado es indispensable contar con protocolos y programas de detección de amenazas. Al anticipar y mitigar los riesgos antes de que causen daño mejora significativamente la defensa de la información. Solo en AWS detectamos cerca de 100 millones de amenazas potenciales cada día en todo el mundo, en dónde 500.000 de las actividades observadas son clasificadas como maliciosas. Este nivel de detección nos ayuda a anticipar y mitigar los riesgos antes de que causen daño mejorandosignificativamente la defensa de la información de los usuarios de la nube. 

La resiliencia en infraestructura es otra capa de protección. La arquitectura distribuida de la nube, que permite el almacenamiento de datos en múltiples ubicaciones geográficas, también juega un papel crucial. Esto garantiza que, en caso de un incidente en una región específica, las operaciones puedan continuar sin interrupciones. Esta capacidad de asegurar la continuidad del negocio es una ventaja decisiva frente a los entornos de TI tradicionales.

Además, los proveedores de servicios de nube colaboran estrechamente con equipos de ciberseguridad globales y locales para garantizar que las plataformas digitales cumplan con las normativas y marcos regulatorios de cada país. Asímismo, se cuentan con certificaciones de altos estándares de seguridad específicos para cada sector.

De acuerdo con cifras EY Global Cybersecurity Leadership Insights Study del 2023, el 62 % de las empresas latinoamericanas han sufrido alguna filtración de datos, y durante 2022 un 37 % de las empresas señaló que las filtraciones sumaron un gasto de menos de US$ 1,5 millones, mientras que 35% de las empresas mencionó que el efecto de los ciberataques fue entre US$ 1,5 y US$ 3 millones. Con estas cifras en mente, es evidente que las empresas buscan soluciones seguras y eficientes para proteger sus activos digitales. Cloud computing no solo ofrece una seguridad mejorada, sino también una opción más rentable, permitiendo a las compañías escalar sus operaciones sin comprometer la protección.

En un mundo donde las amenazas cibernéticas evolucionan constantemente, la nube se destaca como el entorno más seguro y adaptable para las empresas que buscan resguardar sus datos y operaciones. Confiar en los avances en seguridad ofrecidos por los principales proveedores permite a las organizaciones centrarse en su crecimiento, sabiendo que su protección está en manos de expertos dedicados a mantenerse a la vanguardia de la ciberseguridad.