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¿Qué se necesita para acelerar el acceso a la salud en América Latina?
Sáb, 06/04/2024 - 14:50

Sinan Atlig

Sinan Atlig
Sinan Atlig

Presidente del Clúster de América Latina en Pfizer

Dar salud y bienestar a la población es una necesidad urgente, especialmente tras cuatro años de una dolorosa pandemia que ha sacudido los sistemas de salud en todo el mundo y, particularmente, en América Latina. 

La pandemia ha resaltado la importancia de cuidar la salud, así como la necesidad de estar preparados para las crisis actuales y futuras, que están conectadas y no respetan fronteras, afectando la estabilidad de millones de personas.

Una población sana es fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible a nivel local y global. Esta lección ha sido clara en los últimos años, demostrando la estrecha conexión entre la salud y el bienestar económico. Por lo tanto, es crucial que los gobiernos, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil trabajen juntos para crear un entorno de innovación y equidad, con cadenas de suministro resistentes para la seguridad sanitaria mundial.

Según estimaciones del Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud, establecer un sistema global efectivo de prevención y respuesta ante futuras pandemias tendría un costo relativamente bajo, en comparación con el impacto económico negativo que ha tenido el COVID-19. Este costo es aproximadamente de US$ 1,30 por persona a nivel mundial, mientras que la contracción del producto interno bruto mundial entre 2019 y 2020 fue del 3,1%.

Sin embargo, no se trata solo de financiar la salud; también es necesario cumplir con ciertos requisitos previos para garantizar inversiones seguras y sostenidas en salud. Esto incluye la implementación de marcos reguladores eficientes y alineados con estándares internacionales, así como apoyos legales a la investigación y desarrollo para facilitar el acceso a la innovación.

Iniciativas como la declaración "Americas RISE for Health", firmada en Panamá hace un año y reafirmada recientemente en República Dominicana, demuestran cómo la colaboración entre diferentes actores puede traducirse en proyectos concretos que contribuyan a construir economías y ecosistemas de salud resilientes, inclusivos, sostenibles y equitativos. 

Las cinco líneas de trabajo de RISE -sistemas sanitarios sostenibles, mejoras normativas, comercio e inversión, ética y salud digital- ayudan a contrarrestar la desigualdad en el acceso a medicamentos y vacunas, promoviendo así la salud, el bienestar y el desarrollo de sociedades más fuertes y con un crecimiento económico inclusivo.

A pesar de los avances, aún quedan pendientes algunos desafíos como la mejora de los sistemas regulatorios y la defensa de la propiedad intelectual en la región. La cooperación es clave en este punto, para facilitar la adopción de estándares internacionales e tener aprobaciones rápidas para necesidades médicas no satisfechas o enfermedades raras.

En el marco del Día Mundial de la Salud, que se conmemora el 7 de abril bajo el tema "Mi salud, mi derecho", es prioritario que los gobiernos de América Latina adopten nuevos modelos centrados en la colaboración de varios sectores para propiciar el acceso a tratamientos innovadores, promoviendo la eficiencia y disminuyendo los costos para los sistemas de salud.

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