La Inteligencia Artificial (IA) ha sido el tema más importante en la renta variable durante 2023. Desde Capitaria pudimos ver que las acciones de compañías ligadas a esta tecnología han registrado rendimientos notables durante el año, lo que ha impulsado al sector tech y a diversos índices bursátiles donde estas empresas poseen mayor ponderación.
Si bien la IA llegó para quedarse, el entusiasmo de los inversionistas podría decaer a medida que pasen los meses, como ha sucedido con otras tendencias en el pasado, aunque a largo plazo sigue siendo atractiva por el tremendo potencial que posee.
Por otra parte, el precio del petróleo ha mostrado una gran fluctuación en el presente año, teniendo una volatilidad diaria superior al 3% (entre mínimos y máximos de cada sesión), viéndose impactado por diversos factores.
Los fuertes recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y países aliados (OPEP+) llevaron al precio del WTI (West Texas Intermediate) sobre los US$ 93, para caer en picada en las últimas semanas hasta por debajo de los US$ 70 por barril. Este último debilitamiento, se ha generado por las presiones económicas en China y a nivel mundial, generando perspectivas de una menor demanda de crudo en el corto plazo.
Adicionalmente, los conflictos bélicos que se encuentran activos ya están muy internalizados por los mercados, mientras que no se ha visto un problema mayor en el comercio del crudo, disminuyendo notoriamente un factor alcista que existió con el resurgimiento del conflicto entre Rusia y Ucrania, además del impacto que vio con la guerra entre Israel y Hamás, aunque esta última tuvo una repercusión menor.
El foco de atención de 2024 estará puesto en la debilidad económica mundial, especialmente con los ojos sobre China, y en los cambios en la producción que podría realizar la OPEP+.
Junto con esto, en los últimos meses hemos observado una importante disminución en el incremento inflacionario anual. Si esto continúa disminuyendo, Estados Unidos y las grandes economías deberían comenzar un proceso de baja de tasas.
El año 2024 también estará marcado por las elecciones presidenciales en Estados Unidos, instancia que suele generar un impacto en diversos activos financieros, considerando que estarían liderando a la mayor economía del mundo. Los comicios se efectuarán el 5 de noviembre, situación que podría generar volatilidad en el último tramo del año.
Si bien hay varios factores que pueden resultar claves en 2024, el mayor foco de atención estará en la evolución de factores económicos relevantes, como la inflación y crecimiento económico, especialmente en economías importantes como Estados Unidos y China.
Claramente, el protagonismo de los bancos centrales también se mantendrá el próximo año, donde el muy probable inicio de un proceso de bajas de tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos podrá marcar la pauta para otros bancos centrales de grandes economías.
Finalmente, debemos estar pendientes asimismo a eventuales nuevas tendencias, como lo que ha sucedido con la Inteligencia Artificial en los últimos dos años, con mayor frenesí en 2023.