El proyecto Módulo Penco, de la compañía Aclara, busca extraer lantánidos concentrados de arcillas iónicas superficiales ubicadas en la comuna de Penco, en la Región de Biobío, con un proceso de extracción completamente verde.
La electromovilidad está a la vuelta de la esquina y América Latina es una región rica en minerales críticos para lograr la ansiada transición hacia los vehículos eléctricos. Y es que al cobre y al litio se le puede sumar ahora las tierras raras -grupo de 17 elementos químicos- como insumo clave para acelerar este proceso.
Y es en Chile -primer productor de cobre y segundo de litio en el mundo-, precisamente, donde se encuentra el proyecto Módulo Penco, a cargo de Aclara -empresa ligada al grupo Hochschild de Perú y que lista en la Bolsa de Toronto en Canadá- que pretende extraer lantánidos concentrados de arcillas iónicas superficiales ubicadas en la comuna de Penco, en la Región de Biobío.
En abril pasado, la compañía -que en 2019 se hizo del proyecto, tras adquirirlo a la chilena Minera Activa, brazo minero del Grupo LarraínVial- presentó ante el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) con un enfoque 100% sustentable.
“Tenemos un yacimiento que es bastante raro encontrar en el mundo. La mayoría de estos se encuentra en China, país que tiene una ventaja en la industria de las tierras raras”, dice Ramón Barúa Costa, director ejecutivo de Aclara.
No obstante, el ejecutivo asegura que a diferencia de las tierras raras extraídas en roca en el gigante asiático, las de Módulo Penco cuentan con muchos beneficios.
“Este tipo de yacimientos de arcillas iónicas tiene tres grandes ventajas. Primero, la metalurgia es muy sencilla. Se combinan las arcillas con agua y sulfato de amonio, que es un fertilizante, y eso es suficiente para explorar las tierras raras. La segunda es que este yacimiento tiene las tierras raras que son necesarias para las tecnologías verdes y por ende son las más valiosas. Y tercero, no tiene radioactividad. En base a esto hemos desarrollado un proceso también único en el mundo que lo hemos patentado en Chile, Estados Unidos, Brasil y en China”, dice el ejecutivo peruano.
De acuerdo con Barúa, el proceso de extracción -denominado Cosecha Circular de Minerales- es completamente verde ya que no utiliza explosivos y no requiere de chancado y molienda, que son dos de las etapas que más huella de carbono generan en la industria minera convencional.
“Es un sistema cerrado basado en la recirculación del agua y fertilizantes con una eficiencia del 95% y 99%, respectivamente. Esa recirculación hace que no tengamos residuos sólidos y líquidos y eso nos convertiría en la única empresa minera en el mundo que no tiene una poza de relaves. Al no haber cambiado las propiedades físicas de las arcillas, podemos retornarlas de donde las extrajimos”, explica Ramón Barúa.
TIERRAS RARAS VERDES
Precisamente este enfoque de sostenibilidad y economía circular es la ventaja competitiva de Módulo Penco en una industria tecnológica, como la de la electromovilidad, que se torna más verde y demanda a sus proveedores de toda su cadena a tener prácticas sostenibles.
Y es que el nombre de tierras raras no responde a que estas sean difíciles de encontrar, sino porque durante su extracción se puede emplear procesos costosos y tóxicos. Si bien China es el principal productor de tierras raras en el mundo (en 2022, según datos de Statista, produjo 210.000 toneladas de óxido de tierras raras, seguido muy detrás por Estados Unidos, con 43.000 toneladas) las acusaciones de de malas prácticas y serios impactos ambientales en el país asiático no se han hecho esperar.
“En el caso de los metales y de las tierras raras, en particular, cada día más el mercado y el consumidor final se enfocan en la trazabilidad del producto. Un consumidor quiere saber cómo han sido extraídos los elementos que están yendo, en este caso, en un vehículo eléctrico, que va a ser la principal demanda para tierras raras. Por definición, un comprador de este tipo de vehículo es alguien a quien le importa el cuidado del medio ambiente. Y es por eso que nuestro producto va a tener una ventaja muy importante y muy significativa respecto al producto de Myanmar o de China, donde estas tierras raras se extraen con procesos no amigables con el medio ambiente”, dice Ramón Barúa.
Respecto a los precio de las tierras raras, que incluyen elementos químicos como el escandio, itrio y 15 elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio), estos han experimentado una racha alcista dado el aumento de la demanda de los autos eléctricos.
Por ejemplo, en 2022 el precio en China de la aleación de praseodimio-neodimio utilizada para fabricar los imanes súper fuertes de los motores de los vehículos eléctricos se duplicó con respecto a 2021. A julio de 2022 ya se había disparado más de un 10%, hasta alcanzar los 1,17 millones de yuanes (US$ 184.072 dólares) por tonelada.
Todo indica que el precio seguirá subiendo dado el naciente boom de la electromovilidad y la incertidumbre del suministro de tierras raras. En el caso de las extraídas en Chile, el precio estaría por encima del mercado dado a que el costo para extraerlas es superior, pero el impacto ambiental es prácticamente nulo.
“Eso (extraer arcilla iónica) va a tener un costo bien alto para nosotros, pero estamos dispuestos a hacerlo. En este nuevo permiso que hemos ingresado, el 100% del agua que vamos a utilizar no la tomaremos de ninguna fuente natural, sino que usaremos aguas domésticas tratadas, provenientes de algunos de los sistemas de Essbio (empresa sanitaria). Antes de que esta agua vaya al mar, la usaremos en el 100% de nuestro proceso. Comprar esa agua y trasladarla tiene un costo también importante, pero es la decisión correcta y sustentable, es lo que la comunidad espera de nosotros. El agua es un recurso escaso y en realidad no hay límite para cuidarla al máximo”, explica el CEO de Aclara.
El ejecutivo peruano no se anima a dar una cifra sobre su precio, ya que parten de un mercado nuevo sin cotizaciones que den un marco de referencia. “No se trata de conseguir una prima que sea de 10, 20 o 30% más, sino que estamos pensando en colocar el producto con precios que son bastante más altos que los chinos porque reflejan una estructura de costos y una calidad de producción significativamente mayor. Incluso estamos pensando que ni siquiera vamos a utilizar como referencia a los precios chinos, sino que nuestro objetivo es desarrollar un mecanismo para apreciar estos elementos en una conversación uno a uno con los fabricantes automotrices”, refiere.
LO QUE INCLUYE EL PROYECTO
Módulo Penco es un proyecto que demandará una inversión de US$ 130 millones -US$ 90 millones más que el proyecto anterior- y una vida útil de 17 años. Incluye la habilitación de seis zonas de extracción, dos zonas de disposición, una planta de procesamiento con una capacidad de hasta 320 toneladas/hora de mineral, para producir 1.700 toneladas anuales de concentrado de tierras raras y cuatro zonas de acopio temporal de capa de suelo vegetal, junto con la habilitación y/o mejoramiento de caminos para acceder a las distintas áreas.
“Nuestro producto final inicial sí va a ser un concentrado de tierras raras de alta pureza, creo que no hay ningún producto tan puro a nivel mundial y con una característica importantísima: no contiene radioactividad. Es un producto que va a ser altamente demandado por las empresas automotrices en Estados Unidos, en Europa y en Japón Ya hemos recibido algún interés de ellos, pero de hecho es un producto que requiere unas etapas de refinado posterior que se darán principalmente en Estados Unidos y en Europa, donde los gobiernos están ofreciendo incentivos significativos a fin de construir esta cadena de valor de tierras raras”, dice Barúa Costa.
Sobre el financiamiento, en diciembre de 2021 Aclara recaudó US$ 100 millones en la Bolsa de Toronto. A la fecha, quedan US$ 60 millones que estarán destinados a conseguir los permisos, a la planta piloto, a hacer el estudio de factibilidad, a seguir explorando nuevos módulos y a desarrollar esfuerzos comerciales. “El resto del dinero lo vamos a financiar seguramente hacia la segunda mitad del próximo año, para ello va a ser importante contar con el permiso, con un acuerdo comercial, quizás con alguna empresa automotriz importante que nos dé el respaldo de que ellos van a comprar el producto a los precios que necesitan”, dice.
El interés de la industria automotriz por las tierras raras es grande. Aclara, por ejemplo, ya viene recibiendo llamadas directas de los fabricantes automotrices -no especifica cuáles- para que les venda su producción. Según Barúa, al igual que con el litio, los fabricantes de autos eléctricos se han dado cuenta de algo que tradicionalmente no ocurría, de que tienen que salir a buscar los materiales críticos para esta nueva industria directamente desde la mina.
En el corto plazo, entre junio y agosto entrará en operación una planta piloto en Concepción que tiene como objetivo certificar el proceso de extracción de la compañía y a la vez generar muestras que irán a plantas de refinación en Estados Unidos con miras a originar una cadena de suministro de magnetos permanentes y motores para vehículos eléctricos en Occidente. “Va a servir también para invitar a la comunidad y a las autoridades para que nos conozcan y vean de primera mano este innovador proceso de producir sin generar residuos sólidos o líquidos”, asegura.
Por lo pronto, el SEA admitió a trámite el EIA del Módulo Penco y el objetivo de la compañía es empezar a operar en el primer trimestres de 2026. Y es que el principal cuello de botella para el proyecto será la obtención del permiso ambiental, el CEO de Aclara confía en que el estudio presentado es bastante robusto.
En el interín, Aclara viene identificando en Chile más zonas con alta prospectividad de tierras raras y de arcillas iónicas, específicamente en dos localidades donde la compañía ha empezado a poner algunos taladros. Además, está muy concentrada en Brasil -aunque no especifica el lugar exacto- y está interesada en añadir un nuevo país a su oferta de tierras raras, siempre y cuando provengan de la arcilla.
“En Aclara estamos convencidos de que el futuro de las tierras raras es a través de la arcilla iónica, eso es lo que estamos buscando por la limpieza, por su simpleza y por ser el tipo de yacimiento que permite una producción sostenible”, concluye Ramón Barúa.