El científico del MIT e investigador sobre el impacto de las tecnologías digitales, conversó con AméricaEconomía respecto a la evolución de la inteligencia artificial y por qué la estaríamos subestimando.
Por Josefina Martínez, desde Madrid. ¿La inteligencia artificial es una tecnología nueva? No, tiene 60 años de antigüedad. “Durante 55 años prometía mucho y daba poco, y en los últimos cinco, estamos superando todas las promesas”, asegura Andrew Mcafee. La estamos subestimando.
Según el científico del MIT, quien investiga cómo las tecnologías digitales están cambiando las empresas, industrias, economías y sociedades, existen tres señales para reconocer esta tecnología: si mejora rápidamente, más que cualquier otra tecnología, si ésta es transversal en su uso y si se despliega ampliamente en la economía.
Lo que está claro según el experto, es que la IA va a cambiar el mundo. “Ha sucedido cambios tecnológicos muy a menudo, pero ¿que va a pasar esta vez? No sabemos, dicen que vamos a ver un nuevo jugador que va a aparecer en escena”, afirma.
En conversación con AméricaEconomía en la última edición del evento “Hoy es Marketing” de ESIC en Madrid, Mcafee nos entregó más detalles del futuro de esta tecnología, justamente luego de su charla “¿Por qué aún subestimamos la inteligencia artificial?”
-Ha comentado que en los últimos años la inteligencia artificial ha ido más allá de lo esperado. ¿Por qué cree que continuamos subestimándola?
-Porque cuando tenemos un elemento que mejora muy rápidamente es fácil subestimarlo. Creemos que el progreso sigue unas pautas específicas como una progresión numérica: 1, 2, 3, 4, 5… Lo que vemos en la inteligencia artificial es una progresión más similar a: 1, 2, 4, 8, 16, 32… y a nuestros cerebros le cuesta seguir esta progresión. Así que, como seguimos subestimando el progreso en otras ramas tecnológicas, hacemos lo mismo con la inteligencia artificial, que comparamos con resultados pasados y el pasado ya no es una guía fiable.
-La inteligencia artificial está modificando todos los sectores, pero ¿cuál se verá más afectado por los cambios?
-Es complicado responder esta pregunta, porque me resulta difícil pensar en alguna industria que no se vaya a ver afectada. Piense, por ejemplo, en la industria más antigua conocida por el hombre, la agricultura. Piense en todas las posibilidades que las IAs ofrecen para el desarrollo de la agricultura. Ahora mismo no es factible regar y fertilizar los campos en el total de su superficie y esto es tremendamente ineficiente. Pero las IAs pueden ayudarnos a saber, a nivel individual, qué plantas necesitan ser regadas o fertilizadas. Podemos usar las IAs para conducir los tractores y pilotar los drones que sobrevuelen los campos. Las IAs también se podrán utilizar para modificar las plantas genéticamente. Así que las IAs transformarán la agricultura en todos los niveles de producción, la plata, su modificación genética o el campo de cultivo.
Soy optimista, porque con los avances podremos alimentar a más gente y mejor. Además, aprovecharemos mejor las posibilidades de los terrenos y el espacio y reduciremos el uso de fertilizantes, pesticidas y agua.
- ¿Por qué cree que esta tecnología tiene una mala reputación y es complicado implementarla?
-Como usted afirma, existe una mala reputación y miedo hacia esta tecnología. Y creo que estos sentimientos han sido impulsados principalmente por las películas de ciencia ficción. Es fácil imaginarse el peor de los escenarios con estos elementos. Pensar en un Terminator o, como dijo Elon Musk, acabar con una inteligencia artificial demoníaca. Pero, cuando hablo con los desarrolladores de estos avances, no son estos escenarios fantásticos los que les preocupan. Andrew Ng, un científico brillante en este campo, lo ejemplifica muy bien. Dice que preocuparse de robots asesinos o IAs demoníacas es como preocuparse de la sobrepoblación de Marte. Podría pasar, pero es algo tan lejano que no merece la pena temer por ello ahora mismo.
- Está claro que necesitamos esta tecnología, ¿cómo ve su desarrollo en un futuro próximo?
-Creo que esta tecnología se va a visibilizar mucho más en el futuro. Veremos camiones sin conductor recorrer las autopistas, por ejemplo. Esta es una forma muy visible de captar el impacto, pero las inteligencias artificiales también van a jugar un papel muy importante en tareas donde estarán invisibilizadas. En el caso del camión, queda claro que lo conducirá la IA, pero no percibiremos todo el trabajo de desarrollo de las guías para que siga un recorrido específico. Será como un iceberg, solo veremos la punta del proceso, pero las IAs trabajarán a muchos niveles y estos procesos van a cambiar la industria, las empresas y la economía a nivel mundial.
- ¿En qué sectores tecnológicos va a despuntar la inteligencia artificial?
-Ahora mismo está despuntando la rama del Deep Learning (aprendizaje profundo), es muy popular y aporta muchos beneficios. Hace años se decía que el Deep Learning proporcionaría los mayores avances desde el 2015 al 2100, pero yo no lo creo, también hay otros acercamientos a la inteligencia artificial y no sé cuál va a predominar. En los próximos 80 u 85 años vamos a ver un gran avance en la innovación de estas tecnologías.