La Chief Data Officer del banco BCI comparte los desafíos en el desarrollo de aplicaciones de Inteligencia Artificial, como también de su experiencia liderando un equipo de científicos de datos en un ámbito de negocio.
Según el estudio de “Artificial Intelligence (AI) Readiness” realizado por la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio (AmCham) y el Instituto de Data Science de la Universidad del Desarrollo, el 78% de las empresas socias de la cámara de comercio no incorpora Inteligencia Artificial (IA) en sus procesos, mientras que solamente el 8% lo hace de manera generalizada.
Para la Chief Data Officer del banco BCI, Claudia Ramos, la razón de este lento despliegue de la tecnología no reside solo en la falta de infraestructura, datos o talento dentro de una compañía, sino también por una cultura empresarial que está estancada en el pasado, en un período de transición hacia lo digital.
En conversación con AETecno en el marco del seminario de “Transformación digital y los desafíos del mercado laboral del futuro” de AmCham, Ramos explica que el banco BCI se ubica en este proceso de crear una cultura diferenciada basada en los datos y enfocada en las necesidades de los clientes. Ya tiene ciertos éxitos, como el Asistente Financiero, que es una aplicación con IA creada para que los clientes puedan revisar su salud financiera.
-¿Me podrías compartir algunas cifras de éxito del Asistente Financiero del banco?
-Estamos partiendo y llevamos recién unos meses, entonces no tengo una cifra exacta que sea realmente representativa y lo que nosotros estamos apuntando es algo que todavía no es tan fácil de medir, que es la salud financiera de nuestros clientes.
Lo que sí hemos visto es que hubo un incremento muy fuerte en las visitas a nuestros contenidos por parte de nuestro grupo de control y que genera un interés muy importante. La gente va mucho más seguido a ver el sitio, que es como ir a ver el examen de salud por primera vez.
-¿Qué otras aplicaciones de IA están desarrollando?
-Nosotros partimos con el equipo de inteligencia artificial el año pasado y estamos trabajando y explorando distintos casos de uso. Primero, nos juntamos con el personal de negocios y, a partir de sus problemas, las fricciones y desafíos, descubrimos casos de uso que sea interesante para el cliente, para el banco y para la comunidad.
Estamos trabajando en el ámbito de fraude, ya que ahora tenemos las tecnologías que nos permite ver datos en tiempo real. También estamos explorando temas de mercado para ver la volatilidad de ciertos indicadores y estamos explorando distintos casos de uso.
-Me parece que el hecho de que una aplicación pueda desplegarse ya es un éxito.
-Claro. Con los datos, uno descubre espacios de valor. Pero capturar ese valor es casi otro proyecto, porque en el fondo son etapas muy diferentes.
-¿Cuáles fueron los primeros pasos de transformación de la infraestructura organizacional y productiva para crear una aplicación de IA?
-Nosotros partimos buscando una pregunta de negocio que fuera importante para el banco y que nosotros sintiéramos que no teníamos una buena respuesta. Entonces, formulamos una pregunta de negocio y nos cuestionamos qué datos nos puede ayudar a responder.
De ahí, vemos si tenemos estos datos en el banco o no. Para el caso del Asistente Financiero, no teníamos esos datos, por lo que partimos buscándolos. De ahí, formulamos las hipótesis de cómo responder mejor esa pregunta.
Una vez que nosotros descubrimos espacios de valor, validamos que son espacios que realmente existen y que no habíamos visto antes, vamos con el negocio y definimos una estrategia de cómo vamos a abordarlos, cuál va a ser el proceso, con qué equipo, etc
En resumen, hay que tener dato, infraestructura tecnológica, personas capaces de entender una pregunta de negocio y buscar la respuesta en los datos. Por el lado del negocio, las personas encargadas deben ser capaces de entender estos nuevos insights de datos, trabajar en una estrategia y táctica. Solamente desde esta base, los datos se transforman en una aplicación.
-En tu presentación decías que el dato no es el nuevo petróleo, sino que son humanos. ¿Cómo se refleja ese pensamiento en la elaboración de las aplicaciones de IA en BCI?
-Eso yo creo que es un desafío para todos, porque todos estamos aprendiendo. De hecho, nos comentaba una filósofa que hoy está en discusión, por ejemplo, sobre si un atleta con una pierna con IA puede competir de igual a igual que un atleta que no la tiene.
Nosotros lo estamos trabajando desde el punto de vista de la transparencia. Siempre comunicamos a nuestros clientes que tenemos estos datos y que con estos datos estamos entregándole esta información. Es un trabajo que estamos haciendo en conjunto con el mayor respeto a los datos con los clientes.
-Uno de los obstáculos que se repiten en los estudios de integración de IA en las empresas es la dificultad de encontrar talento, atraer y mantenerlo. ¿Cómo BCI gestiona a las personas en este aspecto?
-Nosotros tenemos un equipo de casi 70 personas y siempre apuntamos por la diversidad. Por ejemplo, somos el equipo con más extranjeros en el banco y buscamos talento a ojos cerrados.
Pero más que eso, necesitas un nuevo liderazgo, distinto al liderazgo tradicional. Significa que tienes que tener una empresa abierta a hacer una oferta de valor realmente diferenciada a las personas, como el trabajo en la casa y tecnologías renovadas. A la gente con talento le interesa desplegarlo y tú tienes que entregarle las mejores condiciones para poder hacerlo.
Y, para eso, una de las cosas que necesitas son las herramientas de trabajo. Muchas veces, las empresas entregan un estándar, como el computador estándar, para todos los trabajadores. Pero ahora no funciona así. En el banco, hemos ido trabajando todas estas demandas para tener el mejor equipo de datos.
-Según el estudio elaborado por AmCham y la Universidad del Desarrollo, el 78% de las empresas no trabajan con IA o no tienen infraestructura para hacerlo. ¿Cuáles serían los mayores obstáculos para comenzar a trabajar con IA?
-Todo lo que hemos conversado, la infraestructura y el talento, es importante. Pero también necesitas una cultura distinta, entender que necesitas una pregunta que precisa una mejor respuesta, crear magia para los clientes y que puedes hacer las cosas de forma diferente con la tecnología. Creo que estamos en un momento de transición de las empresas clásicas versus las empresas digitales, y eso requiere cambios en todos los aspectos.