Dos instalaciones de producción de cohetes debieron ser cerradas en Estados Unidos por personal contagiado a raíz del virus respiratorio, representado un retraso en el desarrollo del nuevo cohete lunar de la NASA, el Space Launch System.
El brote de coronavirus dio un duro golpe al plan de la NASA para que los astronautas estadounidenses vuelvan a la Luna en 2024, luego de que el jefe de la agencia espacial ordenó la semana pasada el cierre temporal de dos instalaciones de producción de cohetes porque un empleado dio positivo en una prueba al COVID-19.
El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, dijo en un comunicado el viernes que estaba cerrando las instalaciones de Michoud en Nueva Orleans y el Centro Espacial Stennis en Misisipi, debido a un aumento en los casos de coronavirus en la región.
“Nos damos cuenta de que habrá impactos en las misiones de la NASA, pero mientras nuestros equipos trabajan para analizar el panorama completo y reducir los riesgos entendemos que nuestra principal prioridad es la salud y la seguridad de la fuerza laboral de la NASA”, dijo Bridenstine.
Los cierres son el más reciente contratiempo para el desarrollo del nuevo cohete de la NASA, denominado Space Launch System (SLS), y su vehículo de la tripulado Orion, ambos pensados para misiones humanas a la Luna y Marte.
El trabajo en SLS, liderado por Boeing Co, ha sufrido demoras y casi US$2.000 millones en sobrecostos.