A pesar de que las tasas de crecimiento son positivas, la brecha de conectividad con otros países sigue siendo considerable. Conozca los factores que están contribuyendo a mejorar esta situación y que nos prepararán para la venida del 5G.
Podemos hablar una buena y una mala noticia respecto a la situación del 4G LTE en América Latina. La buena es que se mantiene creciendo a buen ritmo; la mala, la brecha con mercados más desarrollados aún es muy grande.
Según cifras que entregó 5G Americas, Uruguay -con el 75% de penetración de este tipo de líneas- se ubica ampliamente en el primer lugar regional. Chile por su parte, país que le sigue con el 20% de la población haciendo uso de esta tecnología, posee el título de ser el primero en incluir el LTE Advanced, una red o servicio evolucionado o más robusto.
José Otero, Director de 5G Americas para América Latina y el Caribe considera que vivimos un crecimiento saludable, impulsado esencialmente por la expansión de la cobertura y la reducción en el precio de teléfonos compatibles.
En conversación con AETecno, el directivo se refiere a los factores que impulsarán la masificación de esta tecnología, entre los cuales contamos las regulación de los gobiernos, la inversión de privados y la infraestructura, entre otros.
Lo que está claro, es que cada país vive una realidad diferente donde uno de estos factores cobra mayor o menor fuerza. Por ejemplo, a nivel de infraestructura se necesitará bastante fibra óptica, ya que las velocidades de las que hablamos varían entre los 100 Mbps y 200 Mbps. “Cuando veamos LTE Advanced en alguno de los grandes países, vas a ver que esa cobertura estará limitada a ciertas localidades urbanas donde sí tienen la fibra, pero en zonas rurales no las veremos a corto ni mediano plazo”, comenta Otero.
El directivo de 5G Americas agrega: “En otros lados pasa que no hay espectro suficiente. LTE Advanced permite hacer carrier aggregation, donde se utilizan distintos bloques de espectro para con las franjas hacer un bloque más ampĺio y poder pasar la capacidad de forma rápida. Si no tienes espectro, no lo puedes hacer. Ese es un gran desafío que vemos en más de la mitad de la región”.
Finalmente, otro componente que explica el retraso generalizado de América Latina es, en algunos casos, la importación de teléfonos adaptados para recepcionar esta red, donde el aumento de los impuestos ha impedido que se masifique entre los usuarios, lo cual crea una barrera importante al respecto.
Con este panorama, consultamos con Fabio Medina, vicepresidente para América Latina de Ciena, empresa de equipos de telecomunicaciones y especialista en redes, quien ha sido testigo de los cambios que se han precipitado en las telecomunicaciones en Latinoamérica, desde las primeras incursiones de la banda ancha para el próximo inicio de 5G.
Una primera consideración que hace el ejecutivo es la constante evolución que viven las redes de comunicación hoy en día, donde se ha complejizado al conectar varios dispositivos en vez de uno a una ubicación fija, se aprovecha la nube y se ve una transición a las redes definidas por software (SDN). Por eso, en el caso de su compañía la tendencia es ofrecer soluciones alineadas con las construcción de redes de próxima generación que sean programables, escalables, y capaces de adaptarse automáticamente a manejar los cambios creados por la migración a la nube y centros de datos, banda ancha móvil y la creciente demanda de aplicaciones y servicios de ancho de banda altos.
-¿Cuaĺes son los principales elementos que componen la infraestructura para una red del tipo 4G?
-Hay muchos elementos que se unen para apoyar una red 4G LTE, incluyendo macro-antenas, RAN (red de acceso radio) y backhaul (red de retorno). En Ciena apoyamos el componente del backhaul móvil. La función de la red del backhaul móvil es sumar el ancho de banda de miles de torres celulares a unos pocos centros de conmutación móvil (MSC, por sus siglas en inglés). En este caso, el cambio de servicios de voz a servicios interactivos y de video que usan muchos datos está impulsando el crecimiento significativo de la capacidad de ancho de banda requerida de la red de backhaul móvil.
-¿En qué consiste la transición de redes basadas en hardware a las basadas en software?
-Mientras que ambos, el 5G y el surgimiento de las celdas pequeñas, aumentarán la capacidad de la red, la red móvil de próxima generación no puede ser simplemente una actualización de la infraestructura existente. Tiene que ser una red inteligente que puede instantáneamente conectar a los usuarios a datos, apoyar la utilización eficiente y sincronización de recursos de computación distribuidos, y crear oportunidades para la creación de más servicios de valor agregado.
El software es un componente cada vez más crítico de cualquier red, ya que ayuda a cumplir las cambiantes demandas del usuario final para más programabilidad y flexibilidad. La transición a redes definidas por software tiene el propósito de permitir que ingenieros y administradores de redes puedan responder rápidamente a los requerimientos de negocio cambiantes. En una red definida por software, el administrador de la red puede dirigir el tráfico centralmente sin tener que usar conmutadores de paquetes individuales, y puede entregar servicios a dondequiera que se necesiten en la red sin consideración de los equipos específicos a que un servidor u otro equipo esté conectado.
La virtualización de las funciones de la red (NFV, por sus siglas en inglés) también es un aspecto clave de la evolución. SDN y NFV habilitarán a la industria a que construya la infraestructura de red necesaria en una manera más flexible y con mayores economías de escala. Además, al hacer uso de las funciones virtualizadas de la red, se ofrecerá mayor escalabilidad e integración de la red para varios servicios, desde el tráfico de servicios móviles hasta el tráfico de servicios empresariales y residenciales. Los proveedores de servicios ya han sufrido de los efectos del crecimiento de servicios interactivos y de video, y deben retomar su valor y primar la conectividad en la que dependen estas tecnologías. El software ofrece una oportunidad para hacer esto—automatizar la red, crear nuevos servicios más rápidamente, aumentar ingresos y mejorar la experiencia del usuario promedio.
- ¿Cómo ayudará esto último a mejorar las capacidades de conexión en A. Latina?
-Lo que los usuarios quieren y lo que la red puede ofrecer es un desafío porque las redes de hoy en día, que están construidas entre una mezcla de hardware heredado y soluciones de próxima generación, no están diseñadas para proporcionar lo que necesita en tiempo real un usuario. Sin embargo, con las nuevas redes inteligentes impulsadas por software, podemos dejar de depender solamente de los recursos físicos para satisfacer las necesidades del usuario. Nos estamos moviendo hacia un mundo en el que se espera que las redes ofrezcan servicios y capacidades según sea necesario, o "on-demand".
Para activar todos los servicios de aplicaciones que los clientes están soñando de minuto a minuto, los proveedores de servicios tienen que hacer que la red sea más dinámica y programable para poder reducir a lo que nos referimos como la “brecha de agilidad".
Con capacidad de programación de software, los operadores pueden permitir un campo de pruebas virtual de nuevos tipos de servicios, que pueden ser desplegados mucho más rápido que las de 2 a 18 meses proyectados en una red estática. Los cambios son mucho más fáciles de desplegar cuando lo que necesita ser cambiado se puede cambiar al clic de un botón.
Además, el uso de analíticas de la red en tiempo real como parte de un ecosistema SDN permitirá que los proveedores de servicios midan y adopten medidas preventivas y correctas a lo largo de la red entera (no solo el acceso móvil) para garantizar la calidad alta de la experiencia del usuario final.
La transición a redes definidas por software debe llevarse a cabo junto con mejoras en la infraestructura de red para crear redes que son más escalables, programables y ágiles. El continuo crecimiento del uso de 4G LTE y futuro despliegue del 5G en Latinoamérica requerirá mejoras en todas estas áreas, y esto es exactamente donde Ciena se centra para ayudar a que los proveedores de servicios de red encuentren las mejores soluciones.
- ¿Cómo ven los avances que ha registrado A. Latina hasta ahora? ¿Se está al debe o avanzan bien?
-Según recientes estudios, América Latina fue la segunda región de crecimiento más rápido en adopción de 4G LTE en el primer cuarto de 2016, y las suscripciones 4G LTE en Latinoamérica representaron el 5,3% del total mundial en comparación con sólo el 2,8% del total en el año anterior. Sin embargo, la penetración de usuarios móviles LTE de América Latina en su conjunto alcanzó solo el 11,4%, lo que está por debajo del promedio global que es un 20,8%.
Mientras que la tecnología 4G LTE está todavía en sus primeras etapas en América Latina, los jugadores de la región se dan cuenta claramente que la infraestructura de red debe seguir evolucionando. La percepción general es que vamos por el buen camino para apoyar el creciente uso de aplicaciones que requieren grandes cantidades de ancho de banda, pero la evolución de nuestras redes requerirá más capacidad y la capacidad de escalar conectividad; no se tratará del “por qué” implementar sino del “cómo implementar”.
A pesar de la forma que toma 5G, se traducirá en la necesidad de tener más capacidad y flexibilidad en la red de área amplia (WAN, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, la transición de la capacidad de acceso de 1G a 10G, será acelerada y no sólo exigida por los servicios empresariales, sino por los servicios móviles.