El creciente mercado de los vehículos no tripulados ha seducido a las empresas y usuarios mexicanos. Conozca los desafíos y las previsiones para el desarrollo de los drones en este país.

La industria de drones (vehículos aéreos no tripulados) en México tiene lo necesario para convertirse en líder de América Latina, por lo que debe continuar innovando y dirigirse hacia el futuro, que es la fabricación de dispositivos autónomos, aseguró el presidente de 3D Robotics, Chris Anderson.

El también creador de DIY Drones y exeditor en jefe de la revista Wired sabía poco del mercado mexicano hasta que se asoció con Jordi Muñoz, quien veía un gran potencial en el mercado de drones.

Anderson dejó su puesto en una de las revistas tecnológicas más importantes y se fue a presidir 3D Robotics, empresa que actualmente se valora en US$200 millones.

Durante una entrevista con Excélsior explicó que, “especialmente con respecto a América Latina, México tiene tres grandes ventajas.

La primera es la proximidad con Estados Unidos porque cruzar la frontera es muy fácil y hay buena comunicación en la industria tecnológica”, detalló tras su ponencia frente a los asistentes de Campus Party México 2015, que tuvo lugar en Zapopan, en el estado de Jalisco, la semana pasada.

En medio de las risas y gritos de entusiasmo de los jóvenes asistentes, añadió que las universidades del país están graduando a un buen número de ingenieros, incluso más que en territorio estadunidense, lo que ofrece buena mano de obra.

Otro factor positivo es que México no sólo cuenta con la manufactura adecuada, también hay empresas enfocándose en la creación de aplicaciones comerciales para que los drones funcionen en mercados como la minería o la infraestructura.

Esto toma relevancia cuando se analiza el valor del mercado de los drones a futuro. Un estudio de Research and Markets prevé que se ubique en US$8.351 millones en el mundo para 2018.

Autonomía

Al hablar del futuro, Anderson consideró que el reto que tiene actualmente la industria de los vehículos aéreos no tripulados es hacerlos realmente autónomos, más pequeños, baratos y seguros.

Los drones tienen límites de a dónde pueden ir y tienes que tener una persona para manejar cada uno. Se necesita hacerlos autónomos porque esa es la verdadera diferencia entre un dron y un dispositivo de control remoto”, resaltó con gestos apasionados al pensar sobre lo que viene.

Y es que, si bien aceptó que no sabe qué ocurrirá en el futuro, cree posible fabricar dispositivos baratos que se manejen de manera autónoma y que sean tan pequeños como un insecto.

Servicios seguros

Al llegar a ese punto confió en que las preocupaciones sobre seguridad serán mínimas, ya que la caída de un dron no representaría un peligro y los reguladores se habrán adaptado a este mercado. Aunque también está la interacción con otras aeronaves.

Eso sí, consideró que todavía falta tiempo para que se pueda ver a los drones haciendo entregas a domicilio, un mercado en el que están interesadas empresas como Amazon.

Precisó que los drones ya sirven para hacer entregas, pero en áreas muy especiales y cerradas, el siguiente paso será que lleven paquetes importantes de farmacéuticas o clínicas y, “tal vez en algunos años” sean capaces de mandarlos a una casa.

Por último, Anderson resaltó el proyecto Dronecode con el que se busca crear una plataforma abierta para los vehículos autónomos basada en Linux.