Tras la apertura de cinco oficinas regionales, el vicepresidente y gerente general de Automation Anywhere para Latinoamérica se alista para conquistar a empresas con la automatización de procesos. La inauguración de su oficina en Lima es otro más paso en pro de esta misión.
Por Natalia Vera, Lima.
-¿Qué tan automatizados están los procesos de las empresas en América Latina?
-América Latina está arrancando con una velocidad increíble. La lista de clientes que ingresaron en 2018 es larga, incluye a empresas mundiales y también peruanas como los bancos BCP e Interbank. Tenemos empresas regionales muy fuertes, como la brasileña Vale do Rio Doce, que están apostando por el uso de robots para transformar la fuerza de trabajo. Estamos viviendo la Cuarta Revolución Industrial y esto trae la automatización del trabajo que ya se está dando, pero de una forma desapercibida. Tenemos a Siri en el teléfono, carros con autopiloto o a Alexa respondiendo en la cocina. La automatización está entrando en la vida de una forma muy sutil. Ahora los controles remotos de los televisores tienen interfaz de voz. Todo esto son robots e inteligencia artificial que van penetrando de una forma sistemática. Es muy ventajoso automatizar por medio de robots.
-En América Latina, ¿qué tipo de empresas o sectores están liderando la automatización de sus operaciones?
-Todos los sectores están evaluando y adquiriendo esta tecnología. Los que se mueven con más velocidad son los sectores que tradicionalmente utilizan la tecnología como arma competitiva. Finanzas es el primero, después vienen de energía y retail con empresas como Cencosud, Falabella y no muy lejos vienen salud y gobierno. Sin embargo, el que en realidad está ya con implementaciones importantes es el sector financiero.
-¿Qué tipo de soluciones están demandando?
-La robótica tiene básicamente tres componentes. El robot que usa reglas, un producto que llamamos RPA (Robotic Process Automation), actualmente representa la mayor parte de las ventas a nivel mundial en robótica. Este robot se encarga de hacer un trabajo, por ejemplo, abre un buzón, extrae archivos, después obtiene datos de los archivos, los pone en una planilla, toma los datos de la planilla y los ingresa en una aplicación para llenar facturas. La velocidad con la que realiza esta tarea es extraordinariamente rápida, es como si fuera un ser humano trabajando, pero es un bot que hace lo mismo. ¿Cuál es la magia de todo esto? ¿Por qué hay una explosión? Porque tradicionalmente cuando uno iba a automatizar, tenía que crear un programa que utilizara las interfaces programáticas de un software, lo cual era muy complejo. Tenían que utilizar gente técnica de muy alto nivel. Todos esos proyectos tenían problemas, por eso el 80% de los sistemas no están automatizados, sino que utilizan seres humanos para automatizarlos. Esto implica que el personal esté esclavizado por procesos rutinarios, repetitivos y aburridos. Lo que un robot de RPA hace es utilizar la interfaz gráfica humana como punto de automatización y se comporta como si fuese un ser humano con los mismos permisos y privilegios. La herramienta permite grabar fácilmente lo que hace el ser humano y crea muy rápidamente un pequeño robot, en menos de un mes y en algunos casos en un par de semanas. Estamos hablando de crear una persona capacitada en solo un mes. Cuando le dices eso a la persona de TI no lo cree, porque es imposible una automatización en tan corto tiempo.
-¿Hasta qué punto estos robots pueden reemplazar a los humanos?
-Esa pregunta es complicada, todo depende del tiempo. Hoy el robot normalmente reemplaza a las personas en un porcentaje de este proceso, no en el 100%. Por ejemplo, si tienes a 10 personas haciendo un trabajo y pones a un robot, este tal vez hará el 50% de las labores de esas personas. Ahí la empresa tiene que reajustar el papel de esas 10 personas. Dentro de algunos años los robots tendrán más inteligencia y capacidad para hacer más trabajos, por eso la tendencia es cada vez más hacia la automatización. El beneficio principal no es la reducción de costos laborales, sino agilizar la operación con más velocidad, menos errores. Esto hace que el proceso responda mejor a las necesidades del cliente, mejora el servicio al cliente, pero efectivamente al final hay un ahorro de horas laborales.
-¿Han contabilizado el ahorro en costos y tiempo de horas laborales para la compañía?
-Es difícil hablar de un promedio porque los robots se usan en cualquier proceso: atención al cliente, cobros y pagos de nómina o control de ingreso de personal. Todo depende del proceso que realicen.
-¿A cuánto asciende el valor del mercado de robótica en América Latina?
-Actualmente los analistas proyectan que el negocio de RPA, específicamente, está alrededor de US$ 25.000 millones. Es una cifra muy grande. En América Latina, pensamos que está alrededor de US$ 1.500 millones.
-Aparte de RPA, ¿cuáles son los otros dos componentes del negocio de robótica?
-Está la parte cognitiva, que algunas personas llaman inteligencia artificial (IA), donde tenemos una línea de productos que se acoplan a RPA y se integran. El tercer componente es el analítico, la parte de análisis, porque cuando el robot está operando es muy importante saber cómo evoluciona la salud del robot y también obtener inteligencia sobre el proceso qué está ejecutando. Para eso se requiere un sistema analítico que está integrado asimismo a la operación de los robots.
-Recientemente lanzaron una versión gratuita de RPA.
-Sí, el community edition.
-¿A qué apuntan con ella?
-Está dirigida al segmento pyme, estudiantes o desarrolladores independientes. Todo este segmento es crítico para nuestro éxito a largo plazo porque queremos desarrollar una cultura de automatización en las universidades, desarrolladores pequeños y las pymes que se pueden beneficiar enormemente de esto.
-¿Qué objetivos específicos se han trazado en América Latina a nivel de ventas o de clientes a las metas a corto plazo?
-América Latina va a crecer este año de una forma exponencial porque vamos a facturar seis veces más que el año pasado. En los próximos 24 meses tendremos 1.310 empresas en la región como clientes a las que queremos venderles y que por sector, tamaño y función sabemos que son perfectos usuarios de robótica. En América Latina estamos abriendo cinco oficinas regionales, además de Miami. Tenemos oficinas en Bogotá, Santiago, São Paulo, Lima y Ciudad de México.
-¿Qué tanto tienen que invertir las empresas? ¿Hay algún promedio?
-Una empresa puede comenzar con una inversión pequeña de US$ 10.000 por una licencia, pero ahora con el community edition esto es gratis. Sabemos que el cliente que compra una licencia de este tipo, en menos de un año está comprando otra por un valor 10 veces mayor. Tenemos un crecimiento promedio de la base instalada de 255% anual compuesto.
-¿Cuánto vendieron el año pasado?
-No solemos dar cifras, pero lo que te puedo decir es que estamos participando en todo un proceso para abrir el capital vía IPO en 2020. Nuestra inversionista principal es Goldman Sachs, que es un cliente grande nuestro.
-¿América Latina es una región de referencia para la automatización de procesos y robótica?
-Tenemos clientes referentes a nivel mundial en América Latina, como Bancolombia. Según el estado actual de su ambiente de robótica, hoy tienen 358 robots dedicados a ejecutar 169 procesos automatizados en el back office del banco. Para tener una idea en términos de funcionarios o empleados full time, multiplica eso por tres y esos son los robots que funcionan en el banco. Cada agencia tiene múltiples robots ayudando a los funcionarios en ciertos procesos. Han logrado un beneficio económico de US$ 8,4 millones anuales en nuevos ingresos generados por robótica. Se ahorraron US$ 60 millones en gastos generales y esto vino a través de la liberación de previsiones que tiene el banco. Cuando entraron los robots el banco pudo eliminar esas reservas y ganó US$ 1,7 millones en eficiencia y ahorros laborales. Hubo un ahorro importante en eficiencia, pero mucho más grande en el área de previsión y de nuevos ingresos.
-¿Cuál es el futuro de la automatización en las empresas?
-Hay estudios de consultoras como McKinsey, que afirman que un porcentaje enorme de las instituciones financieras y contables van a ser automatizadas. Están hablando de hasta 60% de servicios. Muchos se preguntan qué va a pasar con las personas que hacen estas tareas cuando estas se eliminen. Lo que sucederá es que vamos a liberar a estos profesionales de esas tareas rutinarias y aburridas para que se dediquen a algo de alto valor. Piensa en la década de los 90 cuando las empresas tenían máquinas contables con una cinta de papel y había gente que se sentaba y tecleaba números y los anotaba en un papel. Esas personas –que las llamaban contadores– ya no hacen esos trabajos. No obstante, si ves el número de funcionarios en áreas contables financieras no ha caído dramáticamente, sino que esas personas ahora realizan funciones de mayor valor, de valor agregado y eso es lo que va a pasar con el servicio al cliente, que va a ser mejor. La eficiencia de las empresas va a mejorar. Cuando la productividad aumenta, las personas pueden ganar más dinero. Todo ese ciclo se va a repetir de nuevo, como se repitió en la década de 1990 con las planillas y el surgimiento de las PC. Lo mismo va a pasar con la robótica.