Con un importante componente de innovación, el dispositivo transforma en electricidad la energía cinética de las olas del mar, con lo que será una alternativa de ERNC. Con el objetivo de conseguir partners y financiamiento, su inventor presentó el prototipo en la Feria Internacional de Tecnologías Energéticas, que se realizó en Santiago hace unas semanas.
Aún está en desarrollo, pero ya llama la atención. Es innovadora y no contaminante. Se trata de una tecnología para la generación de energía undimotriz, palabra desconocida para la mayoría aunque, en términos sencillos, se refiere a la transformación del movimiento de las olas del mar en electricidad. No será un sustituto de las grandes plantas hidráulicas, nucleares o térmicas, sin embargo sí aspira a convertirse en una alternativa entre las fuentes de energías renovables no convencionales (ERNC).
No es casualidad que este invento sea chileno. Ese país precisa con urgencia aumentar la oferta de electricidad debido a que una sequía de larga duración ha impactado con dureza la producción de hidroenergía, por lo que está diversificando su matriz energética. De hecho, el actual Gobierno de Sebastián Piñera se propuso la meta de que, a 2020, el 20% de la matriz sea de ERNC.
Con todo, el creador del prototipo, Eduardo Egaña, junto a un equipo de once personas, ya lo sometieron a pruebas de campo y con prometedores resultados. Y no es eso solamente lo que augura buenas perspectivas, pues además ya pasó el visado requerido de peritos externos tanto para la obtención de la patente en su país como para acceder al derecho de prioridad a nivel internacional, que otorga The World Intellectual Property Organization (WIPO), bajo el Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT) y que da 30 meses de prioridad para ingresar a las fases nacionales de cada de uno de los 144 estados miembros.
Egaña todavía tiene un camino largo que andar antes de llegar a la comercialización del producto. Un punto a favor, eso sí, es que lo tiene claro. También sabe de planificación y de ideas claras para alcanzarlo. De hecho, ya tiene pensado hasta un modelo de negocios que contempla dos líneas: la generación de electricidad y la entrega en licencia. Con todo, este empresario informático -que se autodefine como un reemprendedor, por volver a los negocios luego de la desaparición de una firma tecnológica que tuvo por 17 años-, da en MBA & Educación Ejecutiva los detalles de su apuesta.
¿De qué trata este equipo, en qué consiste y cómo funciona?
Hay varios tipos de fuentes marinas de energía, entre ellas la mareomotriz, las de corrientes térmicas, de gradiente de salinidad y undimotriz, que aprovecha la cinética de las olas del mar para convertirlas en electricidad. En esta última hay varias categorías, entre ellas la de zona de rompiente, que es la que usamos nosotros como principal característica que es es aquella en que la ola se deforma, inclinándose hacia la costa, provocando un colapso de su parte superior al no poder completar la onda. Así, se produce un desplazamiento horizontal como un bloque de agua. Básicamente, es el área donde la ola pasa a una onda de espuma.
La idea nace en 2011 y hoy ya contamos con el informe del perito que dice que hay novedad, nivel inventivo y que es susceptible de aplicación industrial, que son los tres requisitos para tener una patente en Chile. También lo presentamos a PCT, que ve la propiedad intelectual en el plano internacional, y el experto consignó exactamente lo mismo. Es decir, tenemos la exclusividad de la tecnología en Chile y en los 144 países miembros de ese organismo.
Ahora bien, esto consiste en una paleta que se coloca en la orilla de la playa, la ola la golpea dando lugar a una rotación que, a su vez, provoca un impulso de aceleración que se va acumulando en una rueda de inercia (una masa que gira y mantiene el movimiento). Esto nos da una ventaja competitiva, ya que podemos almacenar energía, lo que nos permite entregarla en forma controlada para los momentos de mayor demanda.
Ya han hecho pruebas de campo. ¿Qué resultados han obtenido?
Hemos hecho tres pruebas en Concón (Región de Valparaíso). En ellas hemos calculado que, con una paleta de un metro y una profundidad similar, obtuvimos 12,5 kilowatts hora (KWh), con lo que se abastece el consumo diario de dos casas habitadas por cuatro personas.
En términos de proyección, ¿una instalación cuánta electricidad podría aportar?
Con un tren de paletas de 500 metros tendríamos unos 20 megawatts (MW) de capacidad instalada promedio. Va a depender de la costa y el paralelo: entre más al sur más energía.
¿Cómo se compara este dispositivo, en cuanto a costos, con otras fuentes de ERNC?
Estamos, aproximadamente, entre US$ 3 y US$ 3,5 millones el MW, mientras que una eólica se mueve en un rango de US$ 2 y US$ 2,5 millones el MW y una hidroeléctrica está en torno a US$ 1,7 el Mw.
¿Está pensado para ser aplicado en la industria o domicilios?
Eso va a depender de donde se instale. Tendremos tres tipos de clientes: en primer lugar están los libres, que pueden ser empresas que consumen más de dos MW/h, a quienes se les puede vender directamente el producto; el segundo es el Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC, entidad que en Chile coordina el funcionamiento de las instalaciones eléctricas de los concesionarios que operen interconectados entre sí), y la tercera posibilidad es para zonas aisladas, como para abastecer de corriente a una isla o micropoblados.
Los proyectos energéticos en Chile han debido enfrentar una fuerte oposición ciudadana por su alto impacto ambiental. ¿Qué alcances tiene al respecto una instalación de este tipo?
El impacto ambiental es mínimo. De partida, no contaminamos ni emitimos desechos. Tampoco elevamos la temperatura de las aguas, que es lo que sucede con las termoeléctricas. Nuestro almacenamiento tampoco deriva en elementos tóxicos, pues no ocupamos baterías; vamos a usar aire comprimido. Es muy amigable.
Una instalación estará emplazada en zonas de costa, a unos 10 o 15 kilómetros del límite de la ciudad o pueblo más cercanos, y próxima a una subestación de distribución, para no subir los costos de transmisión. Al hablar de la distancia hacia el interior del mar, va a depender de la inclinación que tenga la playa. Lo ideal es que no tenga una alta pendiente.
¿Cuál es el componente de innovación?
Lo principal es el trabajo de ingeniería que hay en las paletas y en el método completo que permite transformar la energía cinética en eléctrica.
¿Ha tenido conversaciones preliminares con compañías, para su comercialización?
Hemos tenido algunas reuniones que preferimos mantener en reserva. Hoy estamos buscando un socio estratégico que nos ayude a desarrollar la tecnología en Chile, prestándonos su colaboración en infraestructura, por ejemplo. La idea es que nos apoye, además, con la financiación del resto del proyecto, ya que necesitamos US$ 2,2 millones adicionales. La primera etapa la comenzamos con US$ 30 mil, obtuvimos el segundo lugar y el patrocinio del programa Innovo, de la Universidad de Santiago, y ganamos US$ 300 mil en los fondos concursables de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo). Por esta misma razón participamos en la Feria Internacional de Tecnologías Energéticas (IFT Energy).
Después vamos a necesitar un socio tecnológico para comercializarlo. Es decir, una alianza con una empresa grande porque, como todo es susceptible de mejoras, se puede finalizar con ella el desarrollo y luego venderlo directamente a las generadoras.
¿Cuándo podría estar disponible la versión final?
Tenemos dos modelos de negocios. Uno es el licenciamiento que, luego de otras validaciones que nos resta ejecutar, podría estar listo este año. O sea, podríamos vender la tecnología: derechos de uso, de fabricación, etcétera. El segundo es la generación propiamente tal, que precisa de un camino mucho más largo, quizás hasta 2017 o 2018.
Junto a ti, ¿qué otros profesionales están involucradas?
Somos un grupo de doce personas, entre ellos hay ingenieros mecánicos, una diseñadora, un técnico industrial mecánico, un publicista, un ingeniero civil eléctrico y MBA, un ingeniero industrial, un ingeniero en física, y un profesor y un licenciado de la misma disciplina. La empresa ya se constituyó y su nombre es Wilefco SPA.