Para Eduardo Solís, gerente del programa Drug Free Workplace de Global Partners, en Chile el consumo más alto se ve en la industria minera y generalmente se asocia al poder adquisitivo. Le siguen transporte y construcción.
En entrevista con América Economía, Eduardo Solís, gerente del programa Drug Free Workplace de Global Partners, analizó el panorama en que actualmente se encuentra Chile en materia de consumo de alcohol y drogas en las empresas.
Para Solís, las empresas que abordan esta realidad en Chile son fundamentalmente aquellas que dada sus operaciones y las características de sus actividad tienen alta exposición al riesgo. Sin embargo, aludió a que el país no cuenta con una legislación ni protocolos de testeo o estándares bajo los cuales se debe realizar un test de alcohol y drogas.
-¿Qué tipos de empresas están implementando en Chile los programas de testeo de alcohol y drogas?
Las empresas que abordan esta realidad en Chile son fundamentalmente aquellas que dada sus operaciones y las características de sus actividad tienen alta exposición al riesgo. Lo hacen porque saben que existe esta correlación fatal entre el consumo de alcohol y drogas y accidentabilidad. Entiéndase por ello industria minera, transporte y construcción.
Sin embargo, Chile está bastante atrasado en cuanto a legislación se refiere. No existe ninguna regulación respecto al código del trabajo que regula a los trabajadores y tampoco están definidos protocolos de testeo o estándares bajo los cuales se debe realizar un test de alcohol y drogas.
-¿El consumo de drogas representa un mayor riesgo para las empresas que el alcohol?
En el ámbito laboral las tasas de consumo en empresas que recién empiezan a abordar esto es de un 10%. Por su parte, el alcohol lo hemos encontrado en tasas bastante menores del orden del 0,5%.
En general, la gente actualmente es más responsable en cuanto al consumo de alcohol se refiere. Sin embargo, respecto a la drogas, que tiene una elevada tasa, las empresas comenzaron a tomar cartas en el asunto porque se dieron cuenta que producía accidentes, propensión al hurto, rotación, mermas de productividad y ausentismo.
-¿Qué factores influyen en el consumo de alcohol y drogas en el trabajo?
En primer lugar está el hedonismo, es decir, la búsqueda del placer. Otra razón es la evasión de la realidad y por último, una satisfacción.
-¿Cuál es el tipo o perfil de trabajador que se encuentra con más frecuencia en las empresas?
En una primera etapa se encuentran los experimentadores, que son aquellas personas que consumen drogas de vez en cuando, en un contexto grupal y previo a una fiesta pero sin dependencia.
Por otra parte, está el consumidor frecuente, que es aquel que empieza a asociar conductas a la droga. Este tipo de persona consume regularmente, ya sabe lo que son las distintas sustancias y lo que le provocan en su organismo. No es un adicto ni un dependiente, ya que es una persona que puede parar el consumo en cualquier momento.
-¿Qué beneficios implica poner en marcha un programa de detección del alcohol y drogas en los lugares de trabajo?
Hemos chequeado tres tipos de empresas, aquellas que no hacen nada (10% de consumo), empresas que sólo hacen testeos (5,6%) y compañías que tiene una política de espacios de trabajos libres de alcohol y drogas (0,8%).
Estudios norteamericanos han demostrado que la productividad aumenta más de un 19%, la rotación baja sobre el 9% y el ausentismo disminuye del orden del 12% al 15%.
-¿Qué panorama se presenta a nivel directivo?
El consumo del alcohol y drogas es transversal. No tiene que ver con la industria ni con niveles socio económicos. Puedes encontrar consumidores en todos los niveles de una organización. Quizás en algunos sectores, tal vez por su geografía, se pueda encontrar más en unos niveles que otros. Nosotros hemos encontrado ejecutivos que consumen, trabajadores, supervisores y jefes.
-¿En qué sectores prolifera el consumo de alcohol y drogas?
El consumo más alto se ve en la industria minera y generalmente se asocia al poder adquisitivo. Le siguen transporte y construcción.
Las empresas que implementan programas de alcohol y drogas lo hacen porque ya han tenido accidentes graves, denuncias de microtrafico al interior y propensión al hurto importante.