Para el máximo responsable de Bosch en el Perú y Colombia, la expansión del Internet de las Cosas (IoT) es imparable y alcanzará su extenso portafolio, en el que contarán con carros autónomos y refrigeradoras que avisan sobre los productos que se están acabando. AméricaEconomía charló con Obilcnik sobre las innovaciones en las que están trabajando y sus perspectivas en ambos países.
Por Laura Villahermosa
-Si bien América Latina crecerá este año menos de lo previsto, Colombia y el Perú son los países con mejores perspectivas. ¿Cómo les está yendo en este escenario?
-En ambos países estamos al nivel de nuestro plan, que es crecer casi a doble dígito. No tenemos ningún disturbio y estamos cumpliendo con lo previsto.
-¿Qué negocios les están dando impulso?
-En cada país es diferente. En Colombia nuestro negocio de termotecnología, donde tenemos calderas industriales, es muy fuerte. En el Perú nos impulsan mucho nuestros negocios de herramientas eléctricas y línea blanca.
-La industria regional está transitando hacia el 4.0. ¿Están avanzando en ambos países al respecto?
-Estamos haciendo cosas en ambos. En el Perú tenemos una alianza con Tecsup y estamos dando módulos de entrenamiento para que en el futuro haya gente capacitada que pueda implementar la industria S 4.0, porque es algo que no pasa de un día a otro. En Colombia también trabajamos con instituciones en capacitación y también tenemos proyectos piloto. Trabajamos con la industria local para que las fábricas entren en esta industria. Muchas veces tienden a pensar que supone tener una nueva fábrica, pero no es así.
-La industria no tiene que cambiar todos los equipos, sino que puede adaptarse.
-Exacto. Nosotros le llamamos “retrofit”, que significa tener una máquina que hoy no está conectada, conectada a la nube con sensores que emiten información. Es algo muy fácil. Dentro de la industria de 4.0 hay escalas de automatización. Ello no implica cambiar totalmente la fábrica, sino que hay que modernizarla para recibir datos y con estos optimizar procesos. Ese es el trabajo que estamos haciendo.
-¿Qué desafíos ve para que se llegue a dar el cambio y la industria se conecte?
-La industria debe entender que realmente el costo no es alto y ver las ventajas de su “Dentro de la industria de 4.0 hay escalas de automatización. Ello no implica cambiar totalmente la fábrica”. implementación. Es un cambio de mindset, se trata de pensar en enviar y recibir información y empezar a trabajar con esta. Cuando una máquina está parada ya es tarde.
-Bosch, como uno de los mayores fabricantes de sensores del mundo, es abanderado del internet of things (IoT). ¿En cuál de sus negocios se está abriendo más paso esta tecnología?
IoT es muy amplio y Bosch quiere tener sus miles de productos conectados en la nube. En Estados Unidos y Europa el IoT está muy fuerte en movilidad. En América Latina, con Bosch Rexroth tenemos sensores que puedan apoyar, por ejemplo, a máquinas de la industria minera. Ahí ya estamos conectados. Vamos a traer, también, un producto en termotecnología, que permite recibir la información de la caldera en el celular y programar la temperatura y el flujo de agua.
-¿En qué industria ve especial potencial para el IoT?
-No creo que haya una industria que no vaya a tener IoT. Hoy con sensores puede medirse todo: edificios, agroindustria, minería... Incluso un taladro. Ya tenemos un taladro que avisa cuando se tiene que cambiar un repuesto. IoT entrará en todo nuestro esquema. En seguridad, por ejemplo, es muy importante.
-¿Hacia dónde están yendo las innovaciones en línea blanca?
-Una refrigeradora hoy no tiene inteligencia, pero con IoT la tendrá. Cuando la abras y te quede poca leche te avisará al teléfono de que tienes que comprarla. Te preguntará si la quieres comprar tú o te la mandará a casa.
-Es algo que suena muy futurista.
-Hoy ya existe. En la casa se pueden conectar muchas cosas hoy. Hace dos meses lanzamos, por ejemplo, una tecnología que permite abrir el auto con el celular. Cada día habrá una aplicación nueva de conexión.
-¿Se valora en los mercados colombiano y peruano que los electrodomésticos estén conectados por un lado, y, por otro, que supongan un mejor consumo?
-Se está valorando cada vez más. Justamente hace poco en una tienda en el Perú escuché a un cliente preguntar por la eficiencia energética de un aparato. Seguramente todavía no es algo que esté masificado pero las nuevas generaciones lo van a tener muy en cuenta. Hoy, los hijos están educando mucho en las familias, en temas como el menor consumo o el reciclaje.
-¿Les preocupa la competencia de los gigantes tecnológicos, como Samsung o LG, que están apostando por sus propias líneas blancas?
-En el Perú tenemos una fábrica en la que hacemos cocinas y nuestros productos son comparables con los de las tecnológicas. Para estar al frente siempre tenemos que innovar, no hay otra forma. Tenemos 5.200 patentes al año y esa es la fuerza de la compañía. Para estar en el futuro, independientemente del sector, tenemos que ser innovadores.
-¿Qué es lo más disruptivo en lo que están trabajando?
-Estamos trabajando fuertemente en el carro autónomo. En el CES de este año ya mostramos uno y 100% Bosch. Estamos trabajando mucho en inteligencia artificial (IA) porque eso nos permite que el auto aprenda e invirtiendo mucho en esta tecnología. También tenemos un robot trabajando en agricultura, que tiene cámaras y sensores para medir la fertilidad de la tierra e indicar cuándo se puede cosechar. Puede trabajar 24 horas y ya lo tenemos en algunos campos agrícolas. Además, en Dresde (Alemania) estamos abriendo la mayor fábrica de sensores a nivel global y que será totalmente autónoma.
-Como especialistas en componentes, pero no en software, ¿tienen alianzas con la industria tecnológica para innovar?
-Siempre tenemos aliados. Trabajamos con Google, IBM, SAP y otras empresas. Hoy, no es posible hacer algo solo y permanecer en el tiempo. Los aliados, sin embargo, pueden ser tanto grandes empresas como startups, que tienen buenas ideas y necesitan el apoyo de la industria. Es algo que estamos promoviendo mucho en todos los países.
-¿Trabajan con otras empresas o instituciones en América Latina para desarrollar innovaciones locales?
-Sí. En agroindustria, por ejemplo, tenemos aplicaciones implementadas en Argentina. En el Perú también tenemos un proyecto piloto que trabajamos solo a nivel local, por el tipo de cultivo. Tiene que ver con sensores que miden el crecimiento de las plantas y permiten saber cuándo cosechar.
-¿Qué perspectivas ve en el mercado local y en Colombia para el próximo año?
-La dificultad que tenemos en el Perú es saber cómo va a evolucionar la parte política. Realmente no se puede prever muy bien cómo va a ser el crecimiento el próximo año y, por eso, vamos a hacer un plan conservador para el país. En Colombia, lo veo un poco más fácil, porque la política, de momento, es más estable. Vemos que podemos continuar con el mismo camino que este año, aunque igualmente tendremos un plan conservador porque no se sabe cómo están afectando los cambios políticos que está habiendo en América Latina.