Pese a que su negocio tradicional de chips enfrenta una creciente competencia, los ingresos de la compañía han aumentado, apalancados en gran parte por otras áreas de negocio.
Durante la última edición de Cloud Next, de Google, la empresa presentó su renovada oferta de productos y soluciones para competir en el mercado de la nube. Una de las destacadas se deriva de su asociación con Intel para el caso de Google Distributed Cloud Edge, una solución de telecomunicaciones totalmente gestionada que utiliza la tecnología de Intel para acercar la infraestructura y los servicios de Google Cloud al lugar donde se generan y consumen los datos.
Como resultado, los clientes pueden ejecutar funciones 5G Core y de red de acceso de radio (RAN) en el edge junto con aplicaciones empresariales, para soportar casos de uso como la visión por ordenador y la inferencia de edge de Google AI.
Según comunicó Intel, esto permite a los proveedores de servicios de comunicaciones acelerar las cargas de trabajo en sistemas basados en procesadores escalables Intel Xeon para ayudar a ofrecer nuevos casos de uso de 5G y edge, y permite a un ecosistema de ISV y socios de funciones de red, desarrolladores de aplicaciones y científicos de datos ofrecer innovación y escala con ventajas de tiempo de comercialización.
Intel enfrenta un escenario complejo a nivel de su negocio tradicional, pues sus rivales en el diseño de chips, como Nvidia Corp y Advanced Micro Devices, se están adelantando y acaparando cuota de mercado gracias a sus asociaciones y tecnologías.
Sin embargo, en un contexto de alta demanda por chips más rápidos que atiendan las necesidades del trabajo híbrido y otras actividades, la empresa sigue registrando ingresos considerables, empujando por la diversidad de su negocio.
Además, de acuerdo a un reporte de la agencia Reuters, el plan del jefe de Intel, Pat Gelsinger, de dar un giro a la empresa se considera en gran medida beneficioso en el largo plazo. Las acciones han subido cerca de un 11% este año.
La compañía, de hecho, logró ingresos históricos en sus áreas como el Grupo de Internet de las cosas de Intel (IOTG) y en los negocios de Grupo de centros de datos (DCG) y Mobileye.
La semana pasada la empresa informó ventas ajustadas del tercer trimestre por US$ 18.100 millones con una ganancia neta de los US$ 6.800 millones, un aumento por sobre el 60% interanual. Además, Intel prevé unos ingresos para el cuarto trimestre ligeramente superiores a las expectativas de Wall Street, por unos US$ 18.300 millones.