Equipos de distintas universidades han realizado pruebas para probar la efectividad de las redes sociales a la hora de cumplir objetivos.
Internet y las redes sociales han permitido la movilización rápida de grandes multitudes pero su eficacia depende de los individuos con muchos contactos y motivados para la acción, según un estudio publicado hoy por Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Esteban Moro, de la Universidad Carlos III y la Universidad Autónoma de Madrid, y sus colegas en un equipo internacional analizaron en qué medida las redes sociales por internet permitieron localizar diez globos ocultos en sitios al azar, en Estados Unidos, en menos de nueve horas.
El experimento lo llevó a cabo en 2009 la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa (DARPA) de Estados Unidos para probar la eficacia de las redes sociales en movilizaciones humanas donde el tiempo fuera un factor crítico.
Los equipos participantes debían ubicar e informar de las coordenadas de diez globos meteorológicos anclados y dispersos en el territorio de EE.UU. El equipo ganador, con sede en el instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ganó la competición ubicándolos en menos de nueve horas.
"Se atribuyen a internet y a los medios sociales la capacidad sin precedentes de coordinar la movilización de gran número de personas para lograr acciones increíbles que requieren la cobertura de extensas áreas geográficas y de información en un tiempo muy limitado", señaló el artículo.
"Se han usado los medios sociales para movilizar voluntarios que informaron detalladamente de la distribución geográfica de desastres naturales en tiempo real y para la conducción de misiones a gran escala de búsqueda y socorro", continuó.
El artículo añadió que "las redes sociales en línea también han desempeñado un papel importante en la coordinación de manifestaciones políticas multitudinarias".
La motivación de los participantes es importante: el equipo del MIT empleó incentivos para poner en movimiento una "cascada" de reclutamiento e información que resultó en la incorporación de 4.400 buscadores en cuarenta y ocho horas.
En otro experimento más reciente el Departamento de Estado de EE.UU. invitó a que los equipos competidores ubicaran y fotografiaran a cinco "ladrones" (representados por actores) en cinco ciudades diferentes de Estados Unidos y Europa, sobre la base solamente de una fotografía divulgada a las 8 de la mañana, hora local.
Los "ladrones" estuvieron visibles solamente por doce horas y siguieron itinerarios normales en Estocolmo, Londres, Bratislava, Nueva York y Washington DC.
"Nuestro equipo ganador ubicó a tres de los cinco sospechosos usando los medios sociales, sin que ninguno de los miembros del equipo estuviese en alguna de las ciudades, en otro ejemplo de la movilización social donde el tiempo es crucial en tareas que requieran una amplia cobertura geográfica", señalaron los investigadores.
"Pero, a pesar de los éxitos, sigue siendo limitada nuestra comprensión de los límites de la movilización mediante la tecnología", agregaron.
El equipo llevó a cabo cientos de simulacros sobre la base de la información geográfica y demográfica de los participantes en el experimento de DARPA, y llegó a la conclusión de que los globos meteorológicos podrían haber sido localizados exclusivamente mediante las redes sociales, sin la ayuda de los medios de comunicación convencional (radio, televisión, periódicos).
Pero son los equipos que reclutan a participantes con vastas redes de conexiones y amigos en sitios geográficos distantes, y los que tienen tiempos de reacción rápida, los que tienen más probabilidades de ganar, añadieron.
Otro factor determinante fue la combinación de densidad de buscadores en el área circundante y la capacidad del globo de ocultarse en su entorno.
Los simulacros mostraron que los objetos, en este caso los globos meteorológicos, están bien ocultos en áreas remotas, o en áreas densamente pobladas como Manhattan, en tanto que las áreas con población media como Asbury Park, en Nueva Jersey, ofrecen pocos sitios para ocultarse.