Sentir que la música viaja por tu cabeza y tener la sensación de estar escuchando en más de dos dimensiones es el resultado de esta nueva técnica.
Por Marta Barba para ThinkBig. ¿Te has imaginado alguna vez escuchar la música con tu cabeza y no con tus oídos? Por absurdo que suene, es completamente factible. Durante las últimas semanas han estado rondando por WhatsApp una serie de audios acompañados de un mensaje que dice “escuchar con cascos”. Aunque se supone que esto es lo que se debe hacer, la sorpresa te la llevas al reproducir el audio. Bienvenido a la llamada música en 8D.
Sentir que la música viaja de derecha a izquierda y tener la sensación de estar escuchando en más de dos dimensiones es el resultado de esta nueva técnica llamada 8D. Pese a que no es común y muchos creen que es una broma, la realidad es completamente diferente. Esto no es un invento del siglo XXI, esta técnica se ha utilizado desde los años 80 con el invento de Hugo Zuccarelli, un argentino que desarrolló el sistema holofónico, un método de grabación en tres dimensiones que ubica los audios en un espacio de 360°.
Lo llamativo de esta técnica es que podemos tener el sonido envolvente ya típico de las salas de cine en nuestros audífonos o cascos, sabiendo que estos son estéreo. ¿Cómo es posible? Es sorprendente la capacidad que tenemos los humanos para adaptar herramientas de hace mucho tiempo a la actualidad, permitiendo al usuario tener una experiencia completamente nueva.
Ahora que ya hemos expuesto a grandes rasgos esta nueva tendencia es importante que conozcamos cómo funciona y comprender qué es lo que hace posible que el sonido se pueda escuchar de esa forma. Para empezar, es necesario que entendamos que permite posicionar el audio en cualquier parte del espacio tridimensional, razón por la cual podemos tener la sensación de que la música viaja alrededor de nuestra cabeza. De ahí, la importancia de escucharlo con los cascos, ya que estos son los que permiten que el audio llegue a los diferentes puntos y gozar de la experiencia 8D.
En todo este proyecto hay un único objetivo: buscar un sonido mucho más realista con el que podamos percibir los diferentes movimientos y acordes de lo que escuchamos, permitiéndonos relajarnos y disfrutar de las canciones que escuchamos.
Gracias a las nuevas tecnologías y a las redes sociales, que no solo nos permiten estar más conectados sino compartir una cantidad inimaginable de contenidos multimedia, ahora podremos disfrutar de manera más intensa.