El usuario habitual de esta app desarrolló un "patrón de movimiento especial" para evadir obstáculos mientras se desplaza.
Escribir o leer mensajes de texto de WhatsApp, consultar redes sociales y ver videos en YouTube está cambiando la forma de caminar del ser humano. El usuario habitual de estos servicios ha adquirido un "patrón de movimiento especial" para evadir obstáculos pero esta conducta, sin embargo, puede tener efectos perniciosos, concluyó el estudio publicado en la revista científica Plos One.
Las personas que prestan atención a sus teléfonos mientras caminan "acortan la longitud de paso, reducen la frecuencia del mismo, alargan el tiempo durante el cual ambos pies están en contacto con el suelo y son capaces de franquear obstáculos" de manera subconsciente, consignó el diario español ABC.
Investigadores de las universidades de Bath y Texas pidieron a 30 participantes de entre 18 y 50 años que caminasen alrededor de un circuito mientras estaban atentos a las notificaciones de su celular. Los voluntarios fueron capaces de alterar su movimiento para hacer frente a la reducción de enfoque y visión.
La mala noticia es que los expertos advierten que el cuerpo adopta una postura más encorvada, lo que puede ocasionar falta de equilibrio.
En 2014, científicos de Queensland observaron los movimientos corporales de 26 personas sanas mientras caminaban y usaban su teléfono móvil. Cada una de las personas caminó a un ritmo cómodo en línea recta por una distancia de aproximadamente ocho metros y medio mientras hacía una de estas tres tareas: caminar sin el uso del teléfono, caminar leyendo un texto en el móvil o caminar escribiendo en él. Los investigadores evaluaron los movimientos corporales usando un sistema de análisis tridimensional. El envío de texto y, en menor medida, la lectura de texto modificaron los movimientos del cuerpo al caminar.
En comparación con la caminata normal, cuando los participantes estaban escribiendo textos caminaban más lentamente, se desviaron más de la línea recta y movieron el cuello menos que cuando leían un texto.
Aunque los brazos y la cabeza se movieron en coordinación con el pecho para reducir el movimiento relativo del teléfono móvil facilitando la lectura y escritura del texto, el movimiento de la cabeza aumentó, lo cual puede afectar negativamente el equilibrio.