Como parte del giro de la política económica de flexibilizar los controles, el mandatario venezolano dijo el 11 de mayo que entre 5 y 10% de las acciones de las industrias estatales se abrirían a inversionistas nacionales y extranjeros.
El principal banco estatal de Venezuela anunció este miércoles que ofertará hasta un 10% de su capital en el mercado de valores local, luego que el presidente Nicolás Maduro permitiera la apertura parcial de las empresas públicas para buscar fondos.
Como parte del giro de la política económica de flexibilizar los controles, el mandatario venezolano dijo el 11 de mayo que entre 5 y 10% de las acciones de las industrias estatales como las telefónicas, las empresas mixtas petroleras, entre otras, se abrirían a inversionistas nacionales y extranjeros.
El Banco de Venezuela, que fue nacionalizado por el gobierno en 2009 y sancionado por Estados Unidos en 2019, dijo en un comunicado que dará inicio a una oferta pública de 5 a 10% de su capital social.
La institución financiera agregó, según la nota divulgada en su cuenta de Twitter, que el banco está "dando el primer paso entre las empresas públicas para ofrecer en el Mercado de Valores la posibilidad de participación a los ciudadanos y a los actores económicos privados, nacionales e internacionales".
El banco, con unos 15 millones de clientes, no precisó cuándo inicia la oferta y los procedimientos para la adquisición de las acciones.
La entidad "debe presentar un cronograma detallando las fechas y pasos que van a cumplir", dijo Gustavo Pulido presidente de la Bolsa de Valores de Caracas, quien agregó que el anuncio es una muestra de que la economía "se va liberando".
En 2021 Maduro comenzó a revertir el modelo económico socialista de su predecesor, Hugo Chávez, al ceder la administración de unas 13 empresas de alimentos estatales a terceros a cambio de pagos y así bajar el gasto público.
Chávez en 2007 inició una ola de nacionalizaciones, apoyada por altos ingresos petroleros, de compañías de sectores considerados "estratégicos" como alimentos, banca, industria, petróleo, electricidad, construcción y comunicaciones. Pero bajo el dominio estatal esas industrias redujeron sus niveles de producción por desinversión, corrupción y falta de insumos.
La tomas de control por parte del Estado de compañías eléctricas y telefónicas además impactó severamente en la bolsa de valores local, porque parte de las acciones de esas empresas se transaban en el mercado.