La medida comenzará a regir en este país europeo aunque se espera que el próximos dos años otros se unan.
Al menos 20 millones de ciudadanos europeos están expuestos diarimente a sustancias cancerígenas en sus trabajos. Esa es la razón del Consejo de la Unión Europea, la Comisión entera y el Parlamento del continente de pactar el pasado doce de octubre, un acuerdo para proteger a sus empleados de ocho agentes nocivos para la salud. Entre ellas, humo de los motores diésel, acéites de motor usados e hidrocarburos como benzopirenos.
Este acuerdo, una vez aprobado por los países de la UE, deberá acatarse en cada límite en los próximos dos años. Esa acción está impulsada por la lucha contra el llamado “cáncer profesional”, considerado por la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales en el continente como “el asesino silencioso” del periodo laboral. Así lo dejó consignado el diario El País.
De ahí que se limite, como ocurre en la mayoría de casos, la inhalación en las industrias metalúrgicas, química, minera y automovilística, en el sector de la construcción, conductores profesionales e incluso trabajadores en puertos. Sus empleadores deberá utilizar alternativas que reemplacen las sustancias que se saben nocivas para la salud.
En caso de que no esto no sea posible, las empresas tendrán que asegurar un nivel de exposición "tan bajo como sea posible". Si la medida no se cumple, acordaron las autoridades, las compañías tendrán que cumplir con ofrecer información, control, higiene, inspecciones, revisiones médicas periódicas y consultas a sus trabajadores.