Los beneficios no sólo se ven contando la cantidad de turistas, sino que también analizando cómo ciudades que antes de la Copa no figuraban entre las más populares, lograron transformarse en potentes focos de atracción.
El Mundial de Fútbol en Brasil está ad portas de llegar a su fin y ya se están sacando cuentas de lo que dejó este importante encuentro deportivo.
Más allá de las cifras, la marca país es uno de los mayores logros. “La proyección de nuestros destinos con la sobreexposición que nos proporcionó el evento más visto del planeta, es el principal beneficio que hemos ganado. El mundo vino a ver a Brasil y se dio cuenta de que la experiencia en nuestro país es muy positiva”, declaró el ministro de Turismo, Vinicius Lages.
Las ciudades que se vieron más beneficiadas con el Mundial no sólo fueron aquellas que recibieron la mayor cantidad de turistas, sino también aquellas que antes de la Copa no figuraban en el radar de la mayoría de los turistas y que hoy se han convertido en destinos turísticos atractivos como Cuiabá, Natal y Manaos.
Cuiabá
Cuiabá es una ciudad pequeña en comparación a sus pares –se estima que recibió 172 mil turistas– y que salió a la luz pública gracias a ser sede del Mundial, incrementando en 40% las ventas del comercio.
Es la capital del estado brasileño de Mato Grosso y desde el punto de vista cultural es muy rica, por haber tenido influencia de varios pueblos, como los portugueses, los negros y los indios; y haber vivido un periodo de aislamiento.
Las principales manifestaciones se dan en las danzas, artesanías, ingresos, cerámicas y la gastronomía, siendo sus platos típicos el María Isabel (carne seca con arroz); carne seca con moranga: carne seca, servida con moranga (especie de abóbora) y arroz blanco; carne asada: servida con farofa de banana; farofa de banana: harina de mandioca tostada en manteca o aceite, mixturados con pedazos fritos de "banana da terra"; ensopado Cuiabano: pedazos de carne de res cocidos con pedazos de yuca, papas, "banana da terra"; carne seca com banana verde: pedazos chiquitos de carne seca cocidos con pedazos chiquitos de "banana da terra" vierde.
Al ser sede del Mundial, en Pantanal Shopping, por ejemplo, la facturación en las tiendas aumentó más del 20%, mientras que los restaurantes y bares crecieron hasta en 200% sus ventas.
La celebración chilena por la victoria de "La Roja" contra la selección australiana, generó que se acabara la cerveza en los bares más renombrados de la ciudad.
Los turistas deben inyectar, aproximadamente, R$311 millones (US$140,4 millones) a la economía cuiabana.
Natal
Natal es considerada la ciudad capital más segura en el país, siendo conocida, principalmente, por sus playas, su belleza natural y por su buena infraestructura.
Dentro de sus atractivos está la playa de Ponta Negra, Parrachos de Maracajaú, Playa de Pipa, el fuerte de los Reyes Magos, el barrio de la Ribeira, entre otros.
Natal, por su parte, recibió cerca de 173 mil turistas que introdujeron R$300 millones a la economía local. De las cerca de 160.000 entradas para el Arena das Dunas, 100.800 fueron vendidas a los turistas extranjeros.
Más de 180 medios de comunicación y 3.500 profesionales de las comunicaciones pasaron por la ciudad para cubrir los partidos de la primera fase, otorgándole una gran vitrina a esta ciudad del nordeste brasileño.
Según datos de la Policía Civil, sólo el primer Fan Fest reunió a 30 mil personas y para el de Uruguay versus Italia se juntaron 50.000 visitantes a ver el partido y celebrar.
Manaos
Manaos es una ciudad con gran potencial debido a su oferta de un turismo diferente gracias a su locación, dentro de la que destaca su exuberante vegetación y pasado colonial.
En medio de una vegetación abundante se abre camino una ciudad de rascacielos, puentes y amplias vías que entran en equilibrio con un paisaje cálido y húmedo.
De acuerdo a un estudio realizado por la Compañía de Turismo del Estado, el 73,68% de los visitantes extranjeros volvería para recorrer la Amazonía.
El estadio Arena da Amazonia recibió cuatro partidos con un total de audiencia de 160.227 personas y se espera un gasto de los turistas de R$318 millones hasta el final de la Copa.
Las primeras encuestas de satisfacción realizadas entre los turistas –como la hecha en Manaos– confirman que los extranjeros están dispuestos a regresar al país.
La experiencia positiva que generó el Mundial, ayudó al posicionamiento de Brasil a nivel internacional, destacándose no sólo por el fútbol sino por su hospitalidad para recibir a los extranjeros y por ofrecer hotelería y restaurantes de alto nivel en todas sus ciudades, atrayendo más visitantes para el futuro.
Más allá del ahora
A modo de análisis, la visibilidad que genera la Copa para el turismo internacional -y sus efectos- pueden observarse en el largo plazo. Según una encuesta realizada por Travel and Tourism Council, la actual tasa de crecimiento de la industria turística en Sudáfrica, cuatro años después de ser el anfitrión, sigue creciendo en número de visitantes. Sólo un año después del Mundial 2010, el PIB sudafricano se incrementó con el turismo 35,7%.
A su vez, la Copa del Mundo en Brasil debe añadir R$9.700 millones (US$4.378,89 millones) al PIB y mover internamente R$20.700 millones. Según el Banco Central de Brasil, durante los primeros 18 días de junio los extranjeros gastaron R$810 millones (US$ 365 millones) en el país, 24% superior al mismo período del año pasado.
La visibilidad que el país ha obtenido con la realización de este mega evento, ha logrado la apertura a nuevos mercados turísticos como el colombiano, mexicano y australiano, muchos de los cuales llegaron a Brasil por primera vez. Hoy hay seis millones de extranjeros que visitan el país de la samba y la meta del Plan Nacional de Turismo es duplicar esta cifra para el 2022.
Según fuentes oficiales, el legado de este Mundial para Brasil ha sido grande, además del aporte a su economía, ganó en renovación de infraestructura, aumento de la recaudación fiscal, creación de nuevos trabajos permanentes, fortalecimiento de la identidad regional, aumento de la visibilidad de sus ciudades, consolidación de su imagen internacional, y la movilización de toda la sociedad tras un objetivo común.
Adicionalmente, se ha destacado a Brasil en el escenario mundial de realización de eventos, subiendo 10 posiciones en el ranking de la International Congress and Convention Association (ICCA), saltando de la posición 19ª a la 9ª entre los países del mundo que reciben más eventos internacionales, pasando de 62 a 315, y el número de ciudades que fueron sede de esos encuentros aumentó de 22 a 54.
La audiencia de la primera fase de la Copa del Mundo rompió todos los récords de acuerdo a la FIFA, con un incremento estimado del 12,5% en el número de espectadores, versus el último Mundial en Sudáfrica, visto por 3.200 millones de personas. Esta versión contará con cerca de 3.600 millones de personas, es decir, la mitad de la población de la Tierra.