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Dibujar contra el olvido: se dieron a conocer los ganadores del Premio Haroldo Conti
Jueves, Enero 22, 2015 - 11:13

En la sexta edición del concurso la propuesta fue adaptar en formato historieta un cuento o novela de Haroldo Conti, el escritor y militante político del cual el centro cultural ubicado en la ex Esma adoptó su nombre, desaparecido en la última dictadura cívico-militar y autor de Mascaró, el Cazador americano, Sudeste, Alrededor de la jaula y En vida.

Los historietistas Cienfuegos, Simón Barba y el dúo los Mareados fueron elegidos ganadores del VI Premio Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, un certamen que convocó a ilustrar la producción literaria del escritor secuestrado y desaparecido durante la última dictadura argentina, con la intención de abordar artísticamente los derechos humanos y dibujar contra el olvido.

En la sexta edición del concurso la propuesta fue adaptar en formato historieta un cuento o novela de Haroldo Conti, el escritor y militante político del cual el centro cultural ubicado en la ex Esma adoptó su nombre, desaparecido en la última dictadura cívico-militar y autor de Mascaró, el Cazador americano, Sudeste, Alrededor de la jaula y En vida.

Impulsado por la Secretarí­a de Derechos Humanos de la Nación y con apoyo del Fondo Nacional de las Artes, el premio -instaurado desde 2008- fue convocado principalmente por medio de redes sociales, otorgó una remuneración económica a los dos primeros galardonados y su jurado estuvo compuesto por Juan Sasturain, Oscar Steimberg, Lautaro Ortiz, Max Cachimba y Analí­a Hounie.

Fueron ellos los que eligieron a Tomás D`Espósito Muller (el Tomi), bajo el seudónimo de Cienfuegos, como primer premio por su obra "Con Gringo", inspirada en ese cuento de Conti; en segundo lugar al dúo Los Mareados, integrado por María Ignacia Vollenweider y Roberto Héctor Von Sprecher, por la obra "Otra gente", mientras que la mención de honor se entregó a Patricio Delpeche por "Cinegética".

El Tomi conocía la obra de Haroldo Conti gracias a su amigo Manuel Aranda -juntos habían realizado una adaptación para una historieta de la novela Boquitas pintadas de Manuel Puig, elogiada por el propio escritor- que en plena dictadura le prestó uno de sus libros. Esa anécdota lo inspiró a participar del concurso con la adaptación de "Con Gringo", que se llevó el primer premio.

"Básicamente es la descripción del asesinato del Che, pero una vez masticada por la mirada con dientes de Conti la historia queda desmenuzada en detalles que, si bien a simple vista podrían parecer insignificantes, ahora se transforman en estremecedores monumentos", cuenta el dibujante a Télam sobre la obra del escritor desaparecido el 4 de mayo de 1976.

"Otra gente", de María Ignacia Vollenweider y Roberto Héctor Von Sprecher, dibujo y guión, fue la obra que obtuvo el segundo premio. "Para nosotros este cuento era el que más se podía adaptar a un relato de imágenes y dichas imágenes también nos hacían acordar a algunos lugares de nuestra infancia, salvando las edades, Roberto es del 50 y yo del 80", comenta la dibujante.

Aquello que más les gustó es "que el cuento parece no tener principio ni fin, no tienen una linealidad fija. Todo el tiempo se mezclan imágenes y recuerdos del personaje principal (Alejo) con lo que va sucediendo en realidad", sostiene Nacha Vollenweider, quien junto a su compañero del dúo Los Mareados son autores de la novela gráfica "Ruta 22".

"Parecen haberlo olvidado. Más bien parece que nunca hubiese vivido entre ellos", cita Vollenweider la última frase de "Otra gente" para explicar aquello que les tocó, una "sensación de vacío e incertidumbre de cuando un familiar desaparece, un recuerdo de saber que estuvo y que ahora no está más", dice sobre esa "percepción de la ausencia" que ella siente por su tío desaparecido y Roberto por "varios de sus amigos".

Patricio Delpeche recibió la mención de honor por "Cinegética", un policial que en su opinión "se aparta del aire costumbrista que tiene gran parte de la obra de Conti", y al que eligió además "porque abarca un tema contemporáneo a la vida del autor, como fue la dictadura, desde una mirada nueva, igualmente terrible, pero distinta".

A él lo que le gustó del cuento fue "la relación clima/espacio" y cuando lo llevó al lenguaje de la historieta "separé la narración en dos espacios bien definidos por la iluminación: un adentro lleno de sombras y un afuera donde no hay lugar para esconderse", describe sobre su trabajo presentado con el seudónimo de Simón Barba.

Los tres dibujantes sabían que se metían con la obra de un hombre involucrado con su tiempo y su realidad, el mismo que expuso que ser escritor era un compromiso estético y político y todo parte de la misma lucha. Política y arte, una relación que en palabras de Delpeche, es "ineludible: la producción artística siempre va a nacer como respuesta de su tiempo".

Para Nacha Vollenweider esa relación, particularmente en Argentina pero también en otros lugares del mundo, dice, "siempre fue muy estrecha, sin embargo creo que no es condición para ser artista. Aunque sí pienso que cada persona se relaciona a su modo y no es indiferente a su contexto histórico y social, algunos lo expresan, describen, piensan, le ponen palabra o música".

"La realidad y el contexto -continua la dibujante- cambian y uno asume un compromiso cuando piensa que tiene que defender algo importante. Creo que ese `algo` fue el mismo compromiso de las generaciones que siguieron a la dictadura, me refiero a mantener la memoria y no olvidar, tratar de entender cómo afectó ese período de la historia a nuestro presente".

En esta línea, para El Tomi "uno solo de nuestros desaparecidos, como lo fue Haroldo Conti, perseguido, secuestrado y desaparecido por militar en el Partido Revolucionario de los Trabajadores, y sea por la causa que fuera, dentro de un contexto y una realidad social pasada compromete moral, física e indefectiblemente a cada argentino que se precie de tal".

"Uno solo de nuestros desaparecidos -refuerza- nos obliga a exigir saber hoy qué fue lo que pasó ayer, debe hacernos preguntar sin respiro dónde está, una pregunta que, en definitiva, nos va a salvar porque nos compromete con nuestro tiempo. No hace falta que la hagamos en voz alta, puede ser en forma de poesía, de música, de colores, de arte o de historieta".

Autores

Télam/ LifeStyle