La agencia ratificó en la víspera la nota crediticia soberana de México en Baa1, con perspectiva negativa, y descartó que una eventual reforma tributaria pueda generar ingresos adicionales suficientes para modificar la previsión a estable.
Ciudad de México. La aportación de la petrolera Pemex a las arcas públicas de México puede llegar a cero este mismo año, estimó el viernes Ariane Ortiz-Bollin, analista de Moody's, justo cuando la empresa estatal reportó una menor pérdida neta en el primer trimestre.
La agencia ratificó en la víspera la nota crediticia soberana de México en Baa1, con perspectiva negativa, y la analista descartó que una eventual reforma tributaria pueda generar ingresos adicionales suficientes para modificar la previsión a estable.
"A futuro, por la caída de los precios del petróleo pero también por la caída constante en la producción, a pesar de que se está estabilizando en el corto plazo, la aportación neta (de Pemex) a las arcas fiscales va a ser cero", dijo Ortiz-Bollin en videoconferencia y luego agregó que eso puede ocurrir este año.
"Esto es porque el gobierno va a estar aportándole alrededor de un punto del PIB (Producto Interno Bruto) y Pemex le va a estar generando ahora un punto del PIB, ya no los dos que le daba antes", explicó la analista.
Los ingresos totales de la principal empresa del país fueron un 12% mejores a los del primer trimestre de 2020, favorecidos por alza en ventas tanto dentro de México como en exportaciones, así como la recuperación de precios a nivel mundial.
Pese a la mejora, el "apoyo continuo y sustancial" de alrededor de un punto del PIB por año del gobierno a Pemex es el primer riesgo de mediano plazo por el cual la agencia mantuvo la perspectiva negativa para la deuda mexicana, según Ortiz-Bollin, aunque Moody's no ve razones para cambiar la nota de la empresa.
"¿Qué pudiera entonces presionar a la baja todavía más la calificación?: que el apoyo fuera todavía por encima de esto (...) y de manera recurrente", dijo la analista.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con una visión nacionalista del sector energético, asumirá a partir de este año las amortizaciones de la deuda de la petrolera, que suman US$ 6.400 millones en 2021.