El discurso sobre el estado de la Unión contribuyó, al pesimismo en los mercados, porque Trump no ofreció nuevas iniciativas de infraestructura y, en cambio, planteó la posibilidad de otro cierre gubernamental.
Las monedas de mercados emergentes cayeron este miércoles y el dólar subía a un máximo de casi dos semanas porque los inversores ignoraron en gran medida el discurso sobre el estado de la Unión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Las acciones cotizaban estables.
La preocupación por el crecimiento mundial siguió pesando sobre la confianza y la mayor parte de Asia no operó por las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
"La alocución (de Trump) no ofreció nada de interés real para los mercados financieros", dijo Paul Donovan, economista jefe de UBS Global Wealth Management en una nota.
"No hubo un aumento de la tensión, al menos no de manera significativa, lo que podría considerarse una victoria para los inversores, que prefieren cuando las cosas no se agravan", dijo.
El discurso sobre el estado de la Unión contribuyó, sin embargo, al pesimismo en los mercados, porque Trump no ofreció nuevas iniciativas de infraestructura y, en cambio, planteó la posibilidad de otro cierre gubernamental en caso de que no haya financiamiento para el muro en la frontera con México.
El dólar subía a un máximo de dos semanas.
El índice MSCI de monedas de mercados emergentes retrocedía presionado por el rand y la lira turca antes de la apertura en América Latina.
Los pedidos industriales en Alemania mostraron una caída en diciembre, lo que se suma a una serie de datos económicos débiles esta semana.
"Podemos ver a las monedas de los mercados emergentes bajo cierta presión, ya que la desaceleración global aún pesa sobre la confianza", dijo Jason Tuvey, economista senior de mercados emergentes de Capital Economics.
El dólar australiano cayó en picada después de que el banco central abrió la puerta a un posible recorte de tasas, en un cambio notable de dirección tras largo tiempo de sesgo hacia un endurecimiento, en una señal más de una desaceleración económica mundial.
Las operaciones de futuros apuntaban a una apertura débil de Wall Street con bajas de un 0,16% para el contrato del S&P y de un 0,07% para el del Nasdaq.