El ministro de Exteriores austriaco, Alexander Schallenberg, dijo en un encuentro con su par española, Arancha González Laya, que el acuerdo "no puede ser ratificado por Austria tal como está" y que "no es el único Estado miembro" de la UE que piensa así.
El Gobierno de Austria ha dejado claro este viernes que no facilitará la ratificación del acuerdo comercial de la UE con Mercosur "tal como está", coincidiendo con una visita a Viena de la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, que representa precisamente a uno de los países que más defiende el pacto.
El ministro de Exteriores austriaco, Alexander Schallenberg, ha bromeado en una comparecencia conjunta con González Laya con la evidente discrepancia en la postura de sus respectivos gobiernos --"hizo todo lo que pudo para convencerme", ha ironizado-- pero ha reiterado la postura que Viena ya venía expresando en foros europeos.
El acuerdo, ha dicho, "no puede ser ratificado por Austria tal como está". Schallenberg ha señalado que "no es el único Estado miembro" de la UE que piensa así, en la medida en que cree que aún deben matizarse cuestiones de índole medioambiental y social dentro del acuerdo que ya está pactado y que tardó dos décadas en negociarse.
El ministro ha afirmado que Austria, como "nación exportadora", está "muy a favor" del libre comercio y "necesita" de este tipo de compromisos, pero cree que no se dan las condiciones para proceder con un proceso de ratificación. Austria confía en este sentido en la labor mediadora de Portugal, que ocupa la presidencia de turno del Consejo.
El vicecanciller austríaco, Werner Kogler, informó la semana por carta a Portugal de que no ratificará el acuerdo en su forma actual ni considera que una declaración adjunta para matizar el pacto sea suficiente, como se ha planteado para resolver el bloqueo.
Por su parte, González Laya, ha asumido en su comparecencia de este viernes que algunos gobiernos europeos creen que el texto puede ser "mejorado", por ejemplo con "capítulo fuertes" en los temas que puedan ser más espinosos.
Así, si bien ha señalado que "el libre comercio es esencial para la economía europea", ha reconocido que "no puede llegar a expensas de la sostenibilidad y de los derechos laborales", dos de los frentes que más suspicacias han generado en estos últimos meses.
Bloqueo en la UE. Austria no es el único que se opone al acuerdo en su forma actual, aunque sí ha sido el que ha avisado de manera pública de que tampoco está satisfecho con la declaración aneja al pacto en la que trabaja la Comisión Europea de la mano del Servicio Europeo de Acción Exterior y que sigue siendo la principal hipótesis de trabajo para superar esta crisis.
Bruselas convocó de manera informal el jueves a representantes de los Estados miembro para un debate --"técnico, no político", según recalcan fuentes europeas-- para hacer balance de la situación y explorar soluciones "imaginativas" para superar esta crisis, tras constatar que el borrador en el que trabajan no es suficiente para superar el bloqueo.
La cita sirvió también para constatar que junto a Austria siguen poniendo reservas al acuerdo Francia, Bélgica, Irlanda, Países Bajos, aunque sus problemas tienen distinta raíz y no forman un bloque de oposición.
La Comisión Europea descarta de plano reabrir el acuerdo para incluir, por ejemplo, mayores garantías medioambientales y sociales, pero ofrece una declaración complementaria que "aclare" los compromisos con la lucha contra el cambio climático y, en particular, contra la deforestación de la Amazonía.