En los primeros cuatro meses de 2019, las exportaciones bolivianas sumaron US$2.628 millones, en tanto que las importaciones totalizaron US$3.199 millones, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas.

La Paz. Bolivia registró un déficit comercial de US$571 millones en el primer cuatrimestre del año, informó el Ministerio de Economía y Finanzas.

En los primeros cuatro meses de 2019, las exportaciones bolivianas sumaron US$2.628 millones, en tanto que las importaciones totalizaron US$3.199 millones.

En cuanto a la composición de las compras externas, el ministerio señaló que la adquisición de materias primas, productos intermedios y bienes de capital representaron el 76% del valor.

Esto significa que la mayor parte de los bienes importados se encuentran en productos que apoyan al desarrollo del sector agropecuario: insecticidas, herbicidas, fungicidas, tractores y cosechadoras; material de construcción y barras de hierro; y automóviles diversos.

Pese a la caída del volumen exportador del gas y minería, estos productos siguen siendo importantes en las ventas bolivianas.

El Ministerio de Economía y Finanzas destacó que el saldo comercial de importaciones versus exportaciones refleja la adversa situación externa y el dinamismo de la economía nacional.

Bolivia registró un déficit comercial de US$843 millones en 2015, de US$1.305 millones en 2016, de US$970 millones en 2017 y de US$935 millones en 2018, situación que provocó una baja de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del Banco Central por más de US$3.000 millones en el último trienio.

Sobre esta situación, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, Gary Rodríguez, dijo a Xinhua que la dinámica perfila que al cierre de este año se experimentará un quinto déficit consecutivo y una gran merma de las RIN.

De acuerdo con Rodríguez, el déficit comercial puede deberse a que Bolivia produce menos, o bien produce igual o más, pero el precio bajó, o a que la demanda externa no es la misma de antes.

Consideró que se deben generar incentivos fiscales (tributarios y aduaneros), simplificar y agilizar el sistema de trámites en las instituciones estatales, impulsar la institucionalidad en el sector estatal, luchar contra el contrabando y la informalidad, y contar con un Estado promotor de la inversión y producción privada boliviana.

También propuso como alternativas superar las cifras negativas a la libre venta de excedentes, incrementar la producción de alimentos no tradicionales, la promoción selectiva de importaciones y exportaciones, evaluar el tipo de cambio de la moneda e impulsar la industrialización.