El cierre formal de negociaciones se dará a conocer a más tardar durante el primer trimestre de 2022.
México y Ecuador pactaron este viernes un pre-cierre de negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos, informó Julio José Prado, ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador.
Este pre-cierre se logró durante la séptima ronda de negociaciones realizada en forma presencial en la Ciudad de México, la cual fue una ronda definitoria, con la previsión de realizar reuniones técnicas virtuales menores sobre cuestiones específicas y un nuevo encuentro en Quito, presencial o virtual, en el que se daría a conocer el cierre formal de negociaciones a más tardar en el primer trimestre de 2022.
Entrevistado por El Economista, Prado informó que entre los productos pendientes están el atún, el camarón y el plátano, en los que Ecuador es competitivo y aún no se define si se establecerán sobre ellos cupos, ventanas de exportación o programas de desgravación más largos.
“La podemos considerar como la última gran ronda de negociación en todos los aspectos y quedan sólo algunos elementos técnicos, que posiblemente se discutan en una última reunión, que ya no sería ronda de negociación, sino una reunión para presentar ya la finalización del acuerdo”, dijo.
En casi todos los sectores manufactureros, incluida la industria automotriz, se acordaron periodos de desgravación de entre 7 y 10 años. En otros casos, hay periodos menores, pero no mayores a 10 años.
De las 19 disciplinas en las que se trabajó en las negociaciones, 13 estaban cerradas en su totalidad al medio día de este viernes, quedando seis pendientes, con más de 90% de avance en cada una de estas últimas. Prado añadió que era probable que en el transcurso de ese mismo día se cerrarán otras dos. Entre las pendientes están acceso a mercados, defensa comercial y reglas de origen.
En otra vertiente del TLC, Ecuador utilizó la presión de México para poder avanzar a estándares internacionales en el sector de servicios financieros y ello lo tomó como una política nacional para poder abrir su propio mercado y hacer reformas específicas a su Ley Financiera con el fin de atraer más inversiones extranjeras.
“Habían varias trabas legales que no permitían la apertura del mercado financiero y que eran cerradas en el Ecuador, y hemos logrado pasar una reforma legal en línea con lo pedido por México, que es una nueva definición de lo que son los grupos financieros y el capital accionario permitido para poder invertir en el Ecuador”, comentó Prado.