Ante la presión de Uruguay y Brasil para reducir aranceles y barreras comerciales, el presidente argentino, Alberto Fernández, fue muy crítico y dejó claro que había que terminar con esa idea.
Buenos Aires. Los cortocircuitos entre los miembros del Mercosur por la integración comercial del bloque aduanero asomaron este viernes en una tirante cumbre virtual en la que Argentina criticó la propuesta de una mayor apertura de sus socios Uruguay y Brasil.
Las tensiones dentro del bloque conformado también por Paraguay -Venezuela está actualmente suspendido- son usuales, pero han crecido en los últimos dos años con la llegada al poder de la centroizquierda en Argentina y la centroderecha en Brasil y Uruguay.
Ante la presión de Uruguay y Brasil para reducir aranceles y barreras comerciales, el presidente argentino, Alberto Fernández, respondió el viernes sin medias tintas.
"Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad (...) No queremos (por Argentina) ser un lastre de nadie. Si somos un lastre, que tomen otro barco", señaló Fernández en su discurso final.
Con una economía robusta y una industria competitiva, Brasil pretende reducir el Arancel Externo Común (TCE) y bajar las barreras comerciales internas. Además, busca al igual que Uruguay que los países del Mercosur puedan firmar acuerdos independientes fuera del bloque.
Argentina rechaza esa posición porque considera que su endeble industria sería severamente dañada por un aluvión de importaciones contra las que no podría competir. Las negociaciones no han mostrado avances recientemente.
El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, pidió el viernes que el bloque recupere peso en el comercio internacional, mientras que el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, dijo que "vamos a proponer formalmente que se discuta en la mesa el tema de la flexibilización" comercial.