BID señala que 70% de la inversión se realiza con fondos propios, el mayor porcentaje a nivel de la región.
Observa.com.uy Un estudio publicado ayer por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), coloca a Uruguay como el país donde las empresas utilizan en mayor medida ahorros propios para financiar sus proyectos.
El trabajo destaca que en la mayoría de las economías, la empresa promedio financia entre el 45% y 75% de sus necesidades de capital con fondos propios. Ese porcentaje es mayor que el de Alemania con un sistema financiero más desarrollado que América Latina, donde la empresa promedio financia el 44% de sus activos fijos con ahorros propios.
Uruguay aparece en primer lugar de la lista de 15 países relevados de la región, con una proporción de los activos fijos financiada con ahorros superior al 70%. Más abajo le siguen Argentina, Bolivia,México y Paraguay. El último lugar lo ocupa Colombia con un porcentaje cercano al 45%.
"¿Por qué las empresas en ciertas economías parecen depender en mayor medida de los ahorros propios para financiar su stock de capital? Una probable explicación es que sus sistemas financieros están menos desarrollados. Es lógico suponer que las firmas que se enfrentan a menos restricciones financieras dependan menos de los fondos internos para financiar su inversión de capital. Estas firmas suelen enfrentarse a requisitos de garantías menos estrictos y, dado que en promedio son más grandes, entonces suelen estar sujetas a asimetrías de información menos severas", señala el informe.
El estudio destaca además que América Latina es la región del mundo que menos ahorra, después África. "Si América Latina ahorra poco no es por una maldición, no es un problema 'cultural'", aseguró el economista jefe del BID, José Juan Ruiz, durante la presentación en Santiago de un extenso análisis titulado Ahorrar para desarrollarse.
"América Latina ahorra poco porque se han ido creando una serie de obstáculos que impiden que la tasa sea la que necesita la región para poder invertir y desarrollarse. La buena noticia es que si nosotros los hemos creado, nosotros también podemos deshacerlos", enfatizó.
En ese sentido, se definen metas estratégicas para los hogares, las empresas y los gobiernos de la región, que los países deberían incluir en la agenda de políticas a futuro.
En primer lugar, se considera que los gobiernos deben crear un entorno "favorable" para el ahorro. "Esto debería convertirse en una prioridad de las agendas de políticas públicas de la región. El exceso de ahorro en otras partes del mundo no compensará el déficit de ahorro de la región porque no se puede esperar que los extranjeros inviertan a largo plazo en países donde sus propios ciudadanos no tienen la suficiente confianza para ahorrar", se afirma.
También se entiende que los gobiernos de la región pueden generar más ahorro gastando de manera más eficiente. "Durante tiempos económicos difíciles, mejorar la eficiencia del gasto puede ser la única manera políticamente viable de aumentar el ahorro público en numerosos países porque evita el tortuoso proceso del ajuste fiscal tradicional, como subir los impuestos o recortar todos los gastos", dice el estudio.
Además, se afirma que los gobiernos deberían "promover y facilitar el desarrollo de sistemas financieros que ofrezcan una amplia gama de instrumentos de ahorro e inversión para los hogares y las empresas". En cuarto lugar, se entiende que los reguladores de las jubilaciones, los supervisores y los administradores de fondos del sector público y privado deben colaborar para reparar los sistemas jubilatorios. "El envejecimiento de la población plantea una gran amenaza para la estabilidad y la prosperidad económica. Los sistemas jubilatorios deben asegurar la sostenibilidad, y ser equitativos y más inclusivos en toda la región", dice el documento.
"No sólo ahorramos poco, sino que ahorramos mal", agregó el economista argentino Eduardo Cavallo, uno de los coordinadores de este informe. "Decir que se ahorra poco porque hay muchas necesidades es un planteamiento un poco simplista", considera el economista jefe del BID. (...) "Ahorramos poco porque nos hemos puesto muchas barreras", añadió.