Esta semana, Washington recibirá una delegación comercial china que supondrá un nuevo encuentro cara a cara —la forma preferida de Trump de resolver los desacuerdos comerciales— que pondrá a prueba la voluntad de ambas partes.
Bruselas. El presidente Donald Trump celebró una decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que otorga a Estados Unidos el derecho de imponer aranceles a Europa, pero se espera que esta actitud de satisfacción con las normas del organismo sea efímera.
Esta semana, Washington recibirá una delegación comercial china que supondrá un nuevo encuentro cara a cara —la forma preferida de Trump de resolver los desacuerdos comerciales— que pondrá a prueba la voluntad de ambas partes.
Más del 60% de los analistas encuestados por Reuters prevén un deterioro de los lazos comerciales entre Estados Unidos y China, entre otras cuestiones porque la encuesta también mostró un pronóstico generalizado de que el yuan caerá a su nuevo nivel más bajo en una década frente al dólar a finales de año, alentando las acusaciones estadounidenses de que China está manipulando su moneda.
Mientras tanto, la OMC da la bienvenida la próxima semana a unos 3.000 expertos en comercio para debatir oficialmente cómo debería responder a un mundo en transformación, pero todos ellos son muy conscientes de que el organismo con sede en Ginebra se enfrenta a la mayor amenaza en sus 24 años de historia.
En poco más de dos meses, el órgano de apelación de la OMC, que decide sobre las disputas comerciales internacionales, se quedará con un solo juez tras la reiterada negativa de Washington a aceptar nuevos nombramientos.
Durante mucho tiempo campeón del comercio mundial, Estados Unidos ha amenazado al propio sistema de resolución de disputas que el miércoles lo recompensó con el derecho de imponer aranceles a productos de la UE por valor de 7.500 millones de dólares debido a las subvenciones ilegales a Airbus.
La oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés) dio la bienvenida a la decisión y Trump lo describió como una "buena victoria". Pero pocos se hacen ilusiones de que Washington se haya planteado adoptar una estrategia más consensuada.
La Unión Europea probablemente ganará un caso similar el próximo año en una disputa paralela por los subsidios al fabricante de aviones estadounidense Boeing. Sin embargo, por el momento la UE —tradicionalmente respetuosa de las normas internacionales del comercio— es la perdedora, al verse calificada como infractora y enfrentarse a los aranceles de Estados Unidos sobre numerosas exportaciones.
"Esto es incómodo para Europa", dijo un diplomático no europeo. "Se supone que Estados Unidos son los malos".
La solución de diferencias no es el único ámbito en el que el multilateralismo está amenazado. La "Ronda de Doha" de negociaciones de la OMC, diseñada para reducir las barreras comerciales mundiales, está estancada desde hace tiempo, pero la organización ha seguido adelante con las conversaciones sobre comercio electrónico y subvenciones a la pesca.
Sin embargo, las conversaciones sobre pesca también se han estancado porque los 164 miembros de la OMC no pueden ponerse de acuerdo sobre quién debería presidir la comisión para debatir la cuestión.