El Banco Mundial señala que el saldo de la deuda acumulada de los países de ingresos bajos y medios aumentó 5,3% en todo el 2020 y Argentina, Brasil y México se encuentran entre los 10 países emergentes con mayor deuda externa acumulada.
El saldo de la deuda externa acumulada de los países de ingresos bajos y medios aumentó 5,3% en todo el 2020 a US$ 8,7 billones, tras la aplicación de medidas extraordinarias para tratar de mitigar el choque de la pandemia entre familias y empresas, reveló información del Banco Mundial.
De acuerdo con expertos del organismo que van guiando la lectura de sus Estadísticas Internacionales de Deuda, “incluso antes de la pandemia, muchos países de ingresos bajos y medianos se encontraban en una posición vulnerable con una desaceleración del crecimiento económico y una deuda pública y externa en niveles elevados”.
Durante el lanzamiento del informe, el presidente del Banco Mundial, David Malpass, explicó que “se necesita un enfoque integral del problema de la deuda, que incluya su reducción y reestructuración para apoyar a la recuperación económica y la reducción de la pobreza”.
El documento, que será discutido por los representantes de los 190 países miembros del Banco Mundial en sus Reuniones Anuales que inician hoy, martes 12 de octubre, refieren que el deterioro de los indicadores de deuda fue generalizado y afectó a los países de todas las regiones.
En el detalle de la información destacaron que los países de esta región registraron un aumento en la acumulación de deuda de 12% anual. El incremento sería más moderado, de 8,4% si se excluye de la medición a los gigantes regionales, Argentina, Brasil y México.
En la lectura de las estadísticas, los expertos del Banco Mundial explican este incremento por el mayor impacto que ha tenido la pandemia en la región.
En contraste, en los países de la Región de Asia Oriental y el Pacífico se presentó un aumento promedio de 10 por ciento.
MÉXICO EN EL TOP TEN
Los expertos del Banco Mundial evidenciaron que México se encuentra entre los 10 países emergentes y en desarrollo que tienen la mayor deuda externa acumulada, que incluye obligaciones públicas y privadas.
El resto de los líderes de la deuda externa al cierre del 2020 fueron, en orden alfabético: Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, México, la Federación Rusa, Sudáfrica, Tailandia y Turquía.
Al desagregar la información del organismo multinacional, se observa que las obligaciones del sector público, que incluyen las de empresas paraestatales y de todos los niveles de gobierno, ascendieron a 308,332 millones de dólares.
El año previo, las obligaciones del sector público sumaron US$ 306.266 millones.
El Banco Mundial hizo énfasis en que 88,4% de la deuda externa registrada al cierre del 2020 era de largo plazo.
El país que cuenta con la deuda externa más alta, según el registro del BM es India, con obligaciones públicas y privadas que ascienden a US$ 564.179 millones, de los que 80,6% está programada para el largo plazo.
NECESARIO, PLAN INTEGRAL PARA REDUCIR DEUDA
El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, advirtió el lunes del riesgo de sobreendeudamiento de los países pobres que emergen de la pandemia, y pidió “un plan integral” para abordar el problema de la deuda que incluya la reducción de los pasivos.
“Necesitamos un enfoque integral del problema de la deuda, en el que se contemplen la reducción del endeudamiento, una reestructura más rápida y una mayor transparencia”, sostuvo.
Los gobiernos inyectaron ayuda masiva en sus economías, mientras que el BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgaron préstamos de emergencia a los países más afectados por la crisis.
Aunque el objetivo era apuntalar a los sectores más vulnerables y sostener las economías, la deuda se disparó 12% en los países de bajos ingresos a un récord de US$ 860.000 millones el año pasado, señala un informe del BM
Abordar el problema es urgente, ya que a fin de año expira la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por su sigla en inglés), lanzada por el Grupo de las 20 naciones industrializadas y emergentes (G20) en abril del 2020, que permite a los gobiernos diferir pagos de la deuda mientras enfrentan la pandemia.
“El mundo debería pensar qué hacer después del 1 de enero”, dijo Malpass en una teleconferencia con motivo de las reuniones anuales del FMI y el BM esta semana, y señaló que continuar con el dispositivo DSSI “es algo que debería considerarse”.
“El riesgo ahora es que demasiados países emerjan de la crisis del Covid-19 con un gran sobreendeudamiento que podría llevar años gestionar”, alertó.
Ya antes de la pandemia, muchos países de ingresos bajos y medios registraban caídas en su economía y en paralelo alto nivel de endeudamiento que, para estas naciones, aumentó 5,3% en el 2020 a un total de US$ 8,7 billones, según el BM.
Asimismo, el organismo internacional señala que a los países de ingreso bajo y medio ingresaron en el 2020 un total de US$ 117.000 millones provenientes de acreedores multilaterales, nivel récord en una década.