"Cuando los países llevan a cabo estos ejercicios (de amnistía) la estimación de recaudación (fiscal) anda en el orden de medio punto del PIB. Nosotros ya estamos duplicando eso y nos falta todavía una etapa adicional", afirmó Prat-Gay.
El masivo plan de amnistía fiscal que lanzó el gobierno argentino, y que finalizará a comienzos del año próximo, lleva acumulados activos declarados por US$90.000 millones, dijo el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, que dejará su cargo esta semana.
El funcionario puntualizó que se llevan recaudados 82.000 millones de pesos (unos US$5.270 millones) en concepto de aranceles que deben pagar quienes suscriban a la amnistía, lo que ayudará a cumplir la meta de cerrar el 2016 con un déficit fiscal del 4,8% del Producto Interno Bruto (PIB).
"Cuando los países llevan a cabo estos ejercicios (de amnistía) la estimación de recaudación (fiscal) anda en el orden de medio punto del PIB. Nosotros ya estamos duplicando eso y nos falta todavía una etapa adicional", afirmó Prat-Gay.
A su vez, agregó que los US$90.000 millones en activos declarados hasta el momento representan un 17% del PIB de Argentina.
El índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires revirtió pérdidas intradiarias y cerró con alzas del 1,69% tras el alentador dato de la amnistía. Analistas creían que la amnistía sería un éxito si conseguía una suscripción total superior a 60.000 millones de dólares.
Argentina y Estados Unidos firmaron el viernes pasado un acuerdo de intercambio de información tributaria para luchar contra la evasión fiscal, algo que podría haber impulsado el ingreso a la amnistía.
En busca de captar fondos para reactivar a una economía en recesión, el presidente Mauricio Macri lanzó un plan para permitir que los argentinos declaren unos 400.000 millones de dólares que se cree tienen en el exterior.
Aquellos que adhieran al plan antes del 1 de enero de 2017 pueden mantener su dinero fuera del país pero deben pagar un impuesto del 10 por ciento del valor de esos fondos, mientras que la alícuota subirá al 15 por ciento a partir de 2017. El programa de amnistía -también conocido como blanqueo- cerrará a fines de marzo.
Las opciones para evitar pagar esos aranceles son destinar el dinero antes no declarado para comprar bonos soberanos o invertirlo en proyectos productivos en el país sudamericano.
"Se han suscripto alrededor de 560 millones de dólares en bonos, fundamentalmente el bono más largo, el bono de los 7 años", dijo Prat-Gay, a quien esta semana el presidente Macri le pidió la renuncia por sus diferencias con otros funcionarios sobre la conducción económica.
El anuncio del resultado parcial de la amnistía se enmarca en una economía en recesión.