Los recursos extractivos ya no son los principales impulsores del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), pese a ser importantes dinamizadores de la economía boliviana
La Paz.- La industria manufacturera, que registró un repunte importante en los últimos años en Bolivia, desplazó al gas y la minería como principales impulsores del crecimiento económico del país en 2018, destacó el viceministro de Tesoro y Crédito Público del Ministerio de Economía, Sergio Cusicanqui.
Los recursos extractivos ya no son los principales impulsores del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), pese a ser importantes dinamizadores de la economía boliviana, dijo Cusicanqui en entrevista a Xinhua al señalar que se prevé la misma dinámica este año.
En 2018, la actividad del gas natural se contrajo un 7,82% debido a la disminución de la demanda de este combustible por parte de Argentina y Brasil, lo cual afectó negativamente a la producción.
En tanto, la actividad de minerales metálicos y no metálicos creció apenas un 1,87%.
El viceministro perfiló, sin embargo, un panorama más halagüeño para los sectores tradicionales este año, a través de la apertura de nuevos clientes de hidrocarburos con privados y estatales en Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú y se prevé vender a mercados de ultramar.
Al citar informes del estatal Instituto Nacional de Estadística (INE), Cusicanqui enfatizó que en líneas generales el PIB de Bolivia creció un 4,22% en 2018, promovido por el crecimiento de las actividades "no extractivas", intensivas en mano de obra y la demanda interna.
Esta cifra de 2018 es ligeramente superior a la registrada en 2017, cuando el indicador llegó al 4,20%.
"Los datos muestran que la estabilidad y el crecimiento de la economía boliviana se explican, principalmente, por el dinamismo del mercado interno y el fuerte repunte del sector manufacturero", puntualizó.
Según los datos del INE, los sectores extractivos (hidrocarburos y minería), que obedecen mayormente al desempeño del sector externo, tuvieron un comportamiento a la baja en los últimos años, producto de la menor demanda por parte de los principales socios comerciales de Bolivia.
De acuerdo con Cusicanqui, las actividades con mayor incidencia en el PIB en los últimos años, es decir, aquellas que aportan en mayor medida al crecimiento del 4,22% en 2018 son industria manufacturera, agropecuaria, servicios de la administración pública y establecimientos financieros.
El crecimiento económico de Bolivia, uno de los mejores en los cuatro últimos años en la región sudamericana, y la estabilidad del país son también atribuidos a la millonaria inversión pública y demanda interna.
"El crecimiento económico sostenido de los últimos años (...) fue promovido por la aplicación del modelo económico comunitario. Dentro de este modelo, la inversión pública y la demanda interna se consolidaron como los principales motores de crecimiento económico y la estabilidad de Bolivia", aseveró.
El funcionario resaltó la estabilidad de la economía en la última década a pesar del contexto internacional adverso que afectó las economías de los países vecinos.
"La dinámica de la demanda interna y las políticas de fomento sectorial favorecieron al comportamiento de la industria manufacturera en 2018, constituyéndose en el sector económico con un crecimiento significativo y el mayor aporte a la expansión de la economía nacional, contribución que es todavía más relevante en temas de generación de empleo y provisión de productos con valor agregado", añadió.