Las nuevas estrategias que están siendo discutidas por el banco central compensarían la baja inflación actual con una mayor en el futuro, posiblemente con aumentos de precios de hasta un 3% o incluso un 4% en algunos años, aseguró el jefe de la Fed de Chicago, Charles Evans.
Atlanta. La Reserva Federal está discutiendo si una mejor estrategia para lograr que la economía de Estados Unidos alcance el objetivo de inflación del banco central es tolerar aumentos de precios mucho mayores en algunos años para contrarrestar aquellos más débiles.
Pero hay un problema. El hecho de que la Fed no ha logrado si quiera alcanzar el nivel de 2% podría dejar a las personas y las empresas escépticas de que es seria sobre estrategias aún más agresivas.
Ese es solo uno de varios obstáculos que autoridades del organismo apuntaron el martes a los que se enfrenta cualquier revisión del marco de la política monetaria de banco central.
"No sé si realmente (los mercados) van a creer que vamos a cumplir esto", dijo en una conferencia en Atlanta el jefe de la Fed de Chicago, Charles Evans. "Hemos estado por debajo del 2% por tanto tiempo (...) Creo que es necesario ir por sobre dos (bajo el actual sistema) para considerar que hay credibilidad" en que se cumplirá bajo cualquier nuevo marco.
Las nuevas estrategias que están siendo discutidas por el banco central compensarían la baja inflación actual con una mayor en el futuro, posiblemente con aumentos de precios de hasta un 3% o incluso un 4% en algunos años, aseguró Evans, un nivel que según dijo dejaría escépticos a los mercados porque no creen que la Fed fuera a permitirlo.
"Identificamos el 2% en 2012 y desde entonces no lo hemos alcanzado. Eso plantea interrogantes", afirmó, en tanto, el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic. "Eso plantea algunas preguntas", agregó.
Bostic aseguró que no cree que hay un sesgo en la Fed para cambiar o no el actual sistema, que apunta a una tasa de inflación anual del 2% pero no compromete al banco central a mantener ese nivel como promedio por varios años.
Otros miembros del banco central plantean con más urgencia que marcos alternativos como comprometerse a evitar que Estados Unidos quede atrapado en las arenas movedizas de menores expectativas inflacionarias de empresas, mercados financieros y consumidores.
Al permitir una inflación más alta con más frecuencia, las tasas de interés también podrían aumentar, dando a la Fed más espacio para recortarlas en el caso de una desaceleración.
De manera adicional, al simplemente comprometerse con tal sistema, las autoridades de la Fed creen que también podrían influir en las expectativas inflacionarias y, por lo tanto, en la propia inflación, al nivel del 2% que quieren sostener.
"Me preocupa que no hayamos hecho un muy buen trabajo para acercarnos persistentemente a nuestra meta de inflación del 2%", dijo el martes el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, en Nueva York.
Agregó que el banco central lo haría mejor si apuntase a un rango en torno a la meta. "Me preocupa tener espacio suficiente en la próxima recesión para que la política monetaria pueda contrarrestar el impacto negativo", sostuvo.
Pero dijo que es posible que la revisión de política no lleve a un cambio.
Desde que se especificó el objetivo, el índice de inflación preferido por la Fed ha promediado alrededor del 1,6%.
Bostic dijo que tenía "afinidad con cada uno" de los diferentes marcos que se están considerando, pero que cualquier cambio enfrentará desafíos, especialmente para convencer al público.
"Hay muchas consideraciones sobre la facilidad de comunicación", comentó.
La Fed ha tenido una serie de discusiones sobre el tema que culminarán con una conferencia de investigación en Chicago el próximo mes. El banco central podría no llegar a una conclusión sobre el tema hasta el próximo año.