El banco central de México mantuvo la tasa clave de interés en un 8,25% a finales de marzo en medio de menores presiones inflacionarias, una economía debilitada y pocas expectativas de nuevas alzas en el costo del fondeo por parte de la FED.
Ciudad de México. El Banco de México ajustará de manera "oportuna y firme" su política monetaria para lograr la convergencia de la inflación a la meta, pese a que el balance de riesgos para el crecimiento económico sigue sesgado a la baja, dijo la junta de gobierno en la minuta de su más reciente decisión publicada este jueves.
El banco central de México mantuvo la tasa clave de interés en un 8,25% a finales de marzo en medio de menores presiones inflacionarias, una economía debilitada y pocas expectativas de nuevas alzas en el costo del fondeo por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Si bien la decisión de mantener por segunda vez consecutiva la tasa de referencia fue unánime, el subgobernador de la junta Gerardo Esquivel no coincidió con el tono restrictivo del comunicado de la decisión, ni con la conclusión sobre el balance de riesgos para la inflación, según la minuta.
La mayoría de la junta del banco central (Banxico) dijo que las expectativas de inflación de mediano y largo plazo siguen ubicándose por encima de la meta permanente de 3,0%, alrededor de 3,5%, pese a que en enero y febrero disminuyeron.
"La evolución reciente de los diversos indicadores de inflación en México descritos en el propio documento, así como los cambios de política recientemente anunciados por la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, abrían espacio para emitir un comunicado con un tono más neutral", dijo Esquivel.
Todos los miembros de la junta reiteraron que el balance de riesgos para el crecimiento económico continúa sesgado a la baja y la mayoría coincidió en que la información disponible sugiere que a inicios de 2019 la actividad económica continúa mostrando bajo crecimiento.
La secretaría de Hacienda de México recortó la semana pasada su proyección de crecimiento económico a la baja para 2019 a un rango de entre 1,1% al 2,1%, por debajo del 1,5% y un 2,5% que se había anticipado para este año.
"Los retos financieros que enfrenta Pemex constituyen un factor de riesgo para la estabilidad macroeconómica del país", coincidieron todos los miembros de la junta de gobierno, según la minuta. El gobierno anunció en febrero un apoyo equivalente a US$3.900 millones para apuntalar la endeudada petrolera.