En una señal de que los hogares se volvían más cautos sobre la economía, el Conference Board dijo este jueves que su índice de confianza del consumidor cayó este mes en 8,3 puntos a una lectura de 136,4, la mayor baja mensual desde julio del 2015.
Washington.- Una medición de la confianza de los consumidores registró su mayor declive en más de tres años en diciembre, sacudiendo a los inversores ya nerviosos sobre las perspectivas de que la desaceleración de la economía mundial se extiende hacia Estados Unidos.
En una señal de que los hogares se volvían más cautos sobre la economía, el Conference Board dijo este jueves que su índice de confianza del consumidor cayó este mes en 8,3 puntos a una lectura de 136,4, la mayor baja mensual desde julio del 2015.
No obstante, otro dato divulgado por el Departamento del Trabajo mostró que el número de estadounidenses que presentó nuevas solicitudes de subsidios por desempleo cayó la semana pasada.
Wall Street, que registró un fuerte repunte el miércoles, se hundía el jueves tras los datos. El índice S&P 500 bajaba un de 1,8 por ciento, los precios de los bonos del Tesoro subían y el dólar se debilitaba contra una canasta de monedas.
Las acciones estadounidenses han caído con fuerza en diciembre ya que los inversores temen que la economía del país pueda enfrentar complicaciones debido a la desaceleración económica global. Sumándose a esas preocupaciones se conoció que las ganancias en las firmas industriales de China descendieron en noviembre por primera vez en casi tres años.
La pérdida en la confianza de los consumidores en Estados Unidos en diciembre fue generada principalmente por el retroceso en mediciones de expectativas, con más personas esperando que los empleos se vuelvan más escasos.
Mercado laboral sólido. El mercado laboral, sin embargo, parece aún estar sólido. Los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo cayeron en 1.000, a una cifra desestacionalizada de 216.000 en la semana que terminó el 22 de diciembre, dijo el jueves el Departamento del Trabajo.
El dato ha caído ahora en tres de las últimas cuatro semanas y está justo sobre el mínimo de 49 años de 202.000 que alcanzó en la semana que terminó el 15 de septiembre.
Tras varios años de descensos casi estables, los pedidos empezaron a tener una tendencia alcista entre mediados de septiembre y mediados de diciembre, provocando temores a que la economía estadounidense estuviese perdiendo fuelle.
No está claro qué parte de ese incremento estuvo relacionado con la dificultad que tienen los estadísticos del gobierno para ajustar los datos de solicitudes a las alteraciones estacionales. Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban un aumento a 217.000 en la última semana.
Los últimos datos de pedidos "indican una mejora en el mercado laboral en relación a las semanas previas, pero un debilitamiento de las condiciones en relación con unos meses atrás", dijo Daniel Silver, economista de JPMorgan.
El promedio móvil de cuatro semanas para los pedidos iniciales, considerado una medida más fiable para calibrar las tendencias del mercado laboral ya que suprime la volatilidad entre semanas, bajó la semana pasada en 4.750, a 218.000.
Los temores en torno a la mayor economía mundial también ha aumentado por señales de debilidad en el mercado inmobiliario. Los precios de las casas subieron un 0,3 por ciento en octubre, dejando el incremento interanual en un 5,7 por ciento, la ganancia más modesta en más de dos años, mostraron el jueves datos del U.S. Federal Housing Finance Agency.