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CEPAL y FAO urgen a países de A. Latina a resguardar acceso a los alimentos para evitar una crisis
Miércoles, Junio 17, 2020 - 11:56

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proponen para ello complementar el Ingreso Básico de Emergencia ( con la entrega de un Bono Contra el Hambre.

Santiago. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propusieron, en un informe, una serie de medidas para resguardar el acceso a los alimentos y así evitar una crisis por hambre, en el marco de la pandemia del nuevo coronavirus.

La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, señaló en la presentación del informe que "tenemos que hacer esfuerzos, esfuerzos muy profundos para evitar que esta crisis sanitaria se convierta en una crisis alimentaria".

La CEPAL y la FAO proponen para ello complementar el Ingreso Básico de Emergencia (IBE) con la entrega de un Bono Contra el Hambre (BCH)".

De acuerdo con el documento presentado, los efectos de la crisis ya son visibles en los sistemas alimentarios, y los precios internos de los alimentos suben más que los de otros productos de la canasta básica, además de que la vulnerabilidad de los trabajadores ha crecido.

A esta situación se suma el alza del desempleo y la caída en los ingresos, lo que impide a millones de personas poder costear sus alimentos de manera suficiente, quienes en muchos casos optan por productos más baratos y de menor calidad nutricional, según el documento.

Por su parte, el representante regional para América Latina y el Caribe de la FAO, Julio Berdegué, explicó en la presentación que en América Latina se puede tener un retroceso histórico en la lucha contra el hambre.

Berdegué sostuvo que sólo en un par de meses se puede perder lo que se ha logrado en 15 años, y que millones de personas pueden caer en el hambre, que esa es la gravedad del problema actual.

De acuerdo con las cifras divulgadas, la pobreza extrema en la región llegaría a los 83,4 millones de personas en 2020, con un crecimiento de 15,9 millones de personas respecto del año anterior.

El impacto sobre el hambre también será profundo, al tener en cuenta que entre 2016 y 2018 ya había 53,7 millones de personas en inseguridad alimentaria severa en América Latina, región afectada por la desnutrición y la malnutrición, con altos niveles de obesidad.

Frente a este escenario, desde la CEPAL y la FAO se instó a complementar el IBE propuesto anteriormente para Latinoamérica y el Caribe con el BCH.

La iniciativa implica transferencias monetarias y canastas o cupones de alimentos a toda la población en situación de pobreza extrema por un período de seis meses.

Dicho bono sería equivalente al 70% de la línea de pobreza extrema regional (US$47 en 2010) y su costo sería del 0,06% del Producto Interno Bruto (PIB) regional, si se entrega únicamente a la población en extrema pobreza mayor de 65 años.

Los organismos recomiendan que el beneficio cubra a toda la población en extrema pobreza, lo que equivaldría al 0,45% del PIB regional, con un costo estimado de US$23.500 millones.

Para los productores del sistema alimentario se plantea un incremento de al menos un 20% en la cartera promedio de créditos de los últimos tres años, para sumar alrededor de US$5.500 millones.

Los créditos se contemplan en condiciones favorables, financiados por una línea especial de la banca multilateral y de las bancas de desarrollo.

 

Para las unidades agrícolas familiares más rezagadas se plantea en forma adicional un paquete básico de inversión de US$250, con un costo de US$1.700 millones en la escala regional.

La CEPAL y la FAO presentaron este martes el estudio "Cómo evitar que la crisis de COVID-19 se transforme en una crisis alimentaria: Acciones urgentes contra el hambre en América Latina y el Caribe".

En ese marco, promovieron un decálogo de medidas para que todos los hogares accedan a una alimentación suficiente y nutritiva, las empresas y actores del sistema alimentario puedan realizar sus tareas y los países cuenten con suficientes alimentos para garantizar el abastecimiento a precios razonables.

Entre las medidas, figura el reforzamiento de los programas de alimentación escolar, apoyo a iniciativas sociales de asistencia alimentaria y apoyo financiero para empresas agropecuarias, además de ajuste de los protocolos sanitarios en las cadenas de producción, transporte y venta de alimentos.

Ambos organismos plantearon también mayor cooperación internacional en el apoyo a países vulnerables, así como mantener políticas abiertas en el comercio mundial y reducir el espacio al proteccionismo.

La CEPAL estimó anteriormente una caída este año del 5,3% en el PIB de la región y un aumento del desempleo de 3,4 puntos porcentuales.

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Xinhua