La Fed bajó las tasas en julio por primera vez en más de una década. Lo hizo nuevamente en su reunión de septiembre en la que Powell y otros lo denominaron como un "seguro" contra las complicaciones para la economía de la desaceleración global.
Boston. Autoridades de la Reserva Federal dejaron la puerta abierta a un recorte de tasas de interés pero no dieron garantías, en momentos en que siguen debatiendo cómo se mantiene el respaldo a la parte final del crecimiento económico de Estados Unidos, el consumo de los hogares.
"El Comité procederá reunión por reunión para evaluar las perspectivas económicas así como los riesgos para el panorama, y actuará como sea apropiado para sostener el crecimiento, un sólido mercado laboral, y un retorno de la inflación a nuestro objetivo simétrico del 2%", aseguró el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida.
Su discurso hizo eco de las palabras de hace dos semanas del presidente del banco central, Jerome Powell, que podrían interpretarse como una señal de apertura a otro recorte de tasas en la reunión del organismo del 29 y 30 de octubre. También estuvo en línea con otras autoridades que afirmaron esta semana estar abiertos en cuanto a futuras decisiones monetarias.
La Fed bajó las tasas en julio por primera vez en más de una década. Lo hizo nuevamente en su reunión de septiembre en la que Powell y otros lo denominaron como un "seguro" contra las complicaciones para la economía de la desaceleración global y la guerra comercial entre Washington y Pekín.
Desde esa reunión, los datos económicos han incrementado temores de que las tensiones comerciales se están traspasando a la economía en general. La actividad manufacturera se hundió a un mínimo de más de 10 años y la actividad del sector servicios cayó a un piso de tres años en septiembre.
El gasto del consumidor, que ha conducido la expansión del país, también ha comenzado a moderarse. Pero justamente el gasto de los hogares, que representa casi dos tercios de la actividad económica, sigue siendo clave mientras las autoridades analizan si se necesitan más recortes. Las ventas minoristas cayeron por primera vez en siete meses en septiembre.
Mientras, el presidente de la Fed de Dallas, Robert Kaplan, aseguró en un evento en Washington que es "agnóstico" sobre si el banco central debería reducir las tasas en su reunión de finales de este mes, afirmando que podría ser prudente ver más información antes de sumar una tercera baja del costo del crédito.
"Esto podría ir para cualquier lado", dijo Kaplan. Pese a que los riesgos se inclinan hacia un resultado económico peor al esperado, "podría ser prudente tomarse un poco de tiempo para evaluar y continuar entregando algunas cartas más".
Kaplan, que no tiene derecho a voto sobre la política monetaria este año, dijo que esperaba que el debate en la próxima reunión se centre en sobre si la desaceleración económica global ha pasado de frenar la manufactura y la inversión y comenzó a golpear el consumo.
La jefa de la Fed de Kansas City, Esther George, quien se ha manifestado en contra de los dos recortes de tasas de este año, fue más concreta en su análisis durante un discurso en Denver el viernes.
"Mi propia perspectiva para la economía no requiere una respuesta de política monetaria", dijo Esther George en comentarios preparados para dar en una conferencia de energía donde el banco regional es anfitrión junto a la Fed de Dallas.
"Si bien la debilidad en la manufactura y la inversión empresarial es evidente, no está claro que la política monetaria sea la herramienta apropiada para compensar los riesgos que enfrentan las empresas en esos sectores cuando se compara con los costos que podrían estar asociados con dicha acción", agregó.