Rousseff destacó la necesidad de mejorar las finanzas públicas con fuertes recortes de gastos y haciendo más con menos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo este martes que la austeridad fiscal y nuevos incentivos para la inversión privada serán parte de la estrategia para alentar el crecimiento económico en su segundo mandato.
Rousseff destacó la necesidad de mejorar las finanzas públicas con fuertes recortes de gastos y haciendo más con menos, un cambio en la política económica que los inversores quieren ver pero que ha causado fricciones con el gobernante Partido de los Trabajadores.
"El reequilibrio fiscal que estamos emprendiendo es necesario para mantener nuestro curso y ampliar oportunidades, preservando prioridades sociales y económicas", dijo Rousseff en su primera reunión con el nuevo gabinete.
La presidenta señaló que los ajustes fiscales se harán gradualmente, y que el gobierno ampliará las concesiones privadas en proyectos de infraestructura.
Rousseff dijo que su gobierno está comprometido en establecer una gobernanza rigurosa en la petrolera estatal Petrobras , que está en el centro de un escándalo de corrupción que amenaza con implicar a miembros de su partido y de su alianza gobernante.
Fiscales que investigan el multimillonario esquema de sobornos de Petrobras han arrestado a dos ex directores de la empresa y a varios ejecutivos de las constructoras más importantes del país.
Rousseff pidió que se castigue a los involucrados pero sin perjudicar a las empresas privadas que construyen la mayor parte de las obras de infraestructura del país.
Una paralización de las obras complicaría más la ya deprimida economía de Brasil.
"Deberíamos castigar a las personas y no destruir a las empresas", dijo Rousseff a su gabinete.
La mandataria también indicó que está tomando todas las medidas necesarias para garantizar el abastecimiento de energía en el país.