El brote de COVID-19 y las posteriores políticas de distanciamiento social han llegado tarde a la región, lo que junto a un alto grado de incertidumbre sobre las respuestas políticas y su efectividad provocarán que el daño económico sea severo, según los economistas.
Brasilia. Economistas de Goldman Sachs rebajaron el panorama económico de América Latina en 2020 por la pandemia del coronavirus a un 7,6%, la que sería la mayor desaceleración registrada, y dijeron que volver al nivel previo a la crisis tomará al menos dos años.
El brote de COVID-19 y las posteriores políticas de distanciamiento social han llegado tarde a la región, lo que junto a un alto grado de incertidumbre sobre las respuestas políticas y su efectividad provocarán que el daño económico sea severo, según los economistas.
"Nuestra base de referencia ahora supone que la mayor parte de las restricciones físicas sobre la actividad y los protocolos de distanciamiento social se mantendrán vigentes hasta mayo, y comenzarán a reducirse gradualmente en junio-julio. Esta extensión generará un efecto más profundo y duradero en la actividad real", escribieron los economistas de Goldman.
También advirtieron sobre el riesgo de los "efectos de cicatrización", como los daños a largo plazo en el mercado laboral y la capacidad productiva de la economía, que podrían retrasar y socavar una eventual recuperación.
Ahora se espera que el Producto Interno Bruto de Brasil, el más grande de la región, se reduzca un 7,4% este año, en comparación con el pronóstico anterior de los economistas de Goldman Sachs de una contracción de 3,4%.
En el caso de México, el PIB caería un 8,5%, frente al 5,6% previsto anteriormente, al igual que el de Argentina.
El nuevo pronóstico de Goldman para Brasil se encuentra en el extremo bajista del espectro. El gobierno revisó recientemente su perspectiva del PIB para 2020 a -4,7%, y el último consenso entre economistas en una encuesta semanal del banco central fue de -5,1%.
Según Goldman, el camino hacia la recuperación será lento y altamente incierto, en gran parte debido a la "incertidumbre significativa" sobre la propagación del virus y la respuesta política y la estrategia de los países para enfrentar los desafíos económicos y de salud pública.
Usando el cuarto trimestre del año pasado como base previa a la crisis, el banco estadounidense dijo que la mayoría de las economías de la región, con excepción de Chile, no se recuperarán por completo hasta 2022-23.