Perú, Argentina y Colombia, son los países de la región con mejores perspectivas en el informe del Banco Mundial. El organismo advierte, sin embargo, que seguirá habiendo riesgos para el desarrollo en tanto que la actividad económica y los ingresos probablemente se mantendrán por debajo de lo normal.
La región de América Latina y el Caribe, que se ha visto gravemente afectada por la pandemia de COVID-19, vio contraída su economía un 6,9% el año pasado debido a que los hogares y las empresas exhibieron una conducta de aversión al riesgo y las medidas para controlar la pandemia limitaron las actividades en el sector formal, destaca el informe de Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial (BM).
El volumen de bienes exportados desde la región cayó un 8% interanual en los primeros tres trimestres del año pasado, mientras que el ingreso de turistas se detuvo. Las economías del Caribe sufrieron los efectos más graves, explica el informe.
Para 2021 el BM prevé que la actividad económica regional crezca un 3,7%, a medida que se flexibilicen las iniciativas para mitigar la pandemia, se distribuyan vacunas, se estabilicen los precios de los principales productos básicos y mejoren las condiciones externas.
"Se trata de un repunte muy débil, que se produce después de una década de crecimiento lento", dice el organismo mundial. Este resultado podría ser peor en un escenario negativo (en el que se retrase la distribución de las vacunas) registrando un crecimiento de apenas 1,9%.
El informe del BM destaca a Brasil y México, las dos principales economías de la región, con una perspectiva de crecimiento de 3% y 3,7% para este año, respectivamente. En el caso de Brasil, el impulso vendría dado por un repunte del consumo y la inversión de privados; mientras que en México, ayudará las exportaciones con sus vecinos del norte.
Otras de las economías que valora el informe, son Argentina y Colombia. La primera crecerá un 4,9 % en 2021 por un mayor consumo e inversión; mientras que en la segunda, se prevé que el crecimiento aumentará también al 4,9%, respaldado por la demanda interna.
Sin embargo, de los países de la región, el que tendrá una mayor expansión de su economía será Perú con un 7,6%, desde una caída del 12% en 2020.
En el resto del cono Sur, las economías tendrán resultados favorables por encima de los 3 puntos: Chile(4,2%), Bolivia (3,9%), Ecuador(3,5%), Uruguay(3,4%) y Paraguay(3,3%). Venezuela no aparece en el informe.
En América Central, el BM espera una recuperación del crecimiento, al 3,6% este año, con el respaldo de un mayor ingreso de remesas y una demanda de exportación más sólida, así como la reconstrucción después de dos huracanes. En el Caribe, se prevé un repunte del crecimiento, al 4,5%, impulsado por una recuperación parcial del turismo.
El BM advierte en su informe que el panorama previsto presenta riesgos adversos, como una disminución de la actividad por efectos de la pandemia, problemas relacionados con la deuda y el financiamiento externo, y el resurgimiento de tensiones sociales.
"El deterioro de la confianza de los inversionistas es un grave riesgo para las perspectivas económicas. Si bien el estímulo fiscal ha sido necesario para amortiguar el golpe de la pandemia, el espacio fiscal se ha utilizado en gran medida y la deuda pública ha aumentado marcadamente", añade el informe.
Perspectiva mundial. El informe del BM prevé que la economía mundial se expanda un 4% en 2021, suponiendo que la distribución inicial de las vacunas contra la COVID-19 se amplíe a lo largo del año. El organismo proyecta una contracción del 4,3% en 2020.
“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas se enfrentan a desafíos enormes -en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales- al tratar de asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las bases de un crecimiento robusto”, afirma David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
“Para superar los impactos de la pandemia y contrarrestar los factores adversos que afectan las inversiones, es necesario dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la transparencia y la gobernanza”, recomienda.
Como se detalla en el informe, las perspectivas a corto plazo siguen siendo muy inciertas y todavía es posible que los resultados sean diferentes. En el escenario negativo, la expansión mundial podría limitarse al 1,6% en 2021. Mientras, en un escenario optimista, el crecimiento podría acelerarse hasta casi el 5%.
En las economías avanzadas, una incipiente recuperación se estancó en el tercer trimestre tras el resurgimiento de los contagios. Se prevé que el PIB de Estados Unidos se expandirá un 3,5% en 2021, después de una contracción estimada del 3,6% en 2020. En la zona Euro, se prevé que la producción crezca este año un 3,6%, tras un descenso del 7,4% en 2020. La actividad en Japón, que se redujo en un 5,3% en el año que acaba de terminar, se prevé que crezca un 2,5% en 2021.
Se prevé que el PIB agregado de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, incluida China, crezca un 5% en 2021, tras una contracción del 2,6% en 2020. Se espera que la economía de China se expanda en un 7,9% este año, tras el crecimiento del 2% el año pasado. Excluyendo a China, se prevé que los mercados emergentes y las economías en desarrollo se expandan un 3,4% en 2021, tras una contracción del 5% en 2020. Entre las economías de ingreso bajo, se prevé que la actividad aumente un 3,3% en 2021, tras una contracción del 0,9% en 2020.