Servicios y comercio profundizaron la caída desde agosto, cuando entró en vigor la llamada Ley del Outsourcing; pero el debilitamiento de las actividades económicas fue generalizado ante el inicio de una nueva ola de contagios en el mundo que afectó de nuevo la cadena de suministro mundial y ante el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los consumidores.
Ciudad de México. La economía mexicana registró la segunda caída postpandemia en el cuarto trimestre del año 2021, al completar una disminución de 0,1% en términos reales y con cifras ajustadas por estacionalidad respecto del cuarto previo, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su estimación oportuna.
En el cuarto previo, de julio a septiembre, la economía también arrojó una primera caída de 0,4%. Economistas de banco Invex, Credit Suisse y la consultoría Moody´s Analytics, explican en sus cuentas oficiales de Twitter que al completarse dos trimestres consecutivos en contracción, se cumple con la definición de una recesión técnica.
La estimación oportuna del Inegi muestra una caída menos pronunciada de la que previó el consenso del mercado, que estaba en 0,3% según la media de los pronósticos de 11 analistas encuestados.
Para todo el año 2021, el PIB de México consiguió un crecimiento de 5%, una tasa positiva que sin embargo no alcanzó a compensar el desplome del 8,2% observado en 2020, durante el año de la pandemia, que de por sí sucedió a la contracción de 0,2% observada por el PIB de 2019.
De confirmarse esta información preliminar por el mismo Inegi ,en el dato final del Producto Interno Bruto (PIB), que se conocerá el 25 de febrero, la foto trimestral del PIB durante el año pasado quedaría de la siguiente forma:
Un desempeño negativo de 0,1% entre octubre y diciembre respecto del cuarto previo que confirma una tendencia a la baja iniciada en el tercer trimestre, cuando la economía registró una contracción de 0,4%.
El desempeño recesivo del segundo semestre del año interrumpió la recuperación productiva del primero y segundo cuando la economía consiguió avances del 0,8% y 1,5% respectivamente.
Tal como lo explicaron economistas del fondo de inversión Vanguard y del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico la recuperación fue perdiendo fuerza, evidenciando la ausencia de un estímulo interno en la economía, y el impacto que sí tuvo en cambio el sólido incentivo fiscal que otorgó Estados Unidos a sus habitantes y que fue derramado también en México en forma de remesas y demanda de exportaciones.
Desde la perspectiva del economista en jefe para América Latina de Oxford Economics, Marcos Casarin, “la fragilidad” de la recuperacion mexicana fue resultado del modesto apoyo fiscal otorgado por las autoridades en los meses del confinamiento inédito que se presentó para retrasar el contagio por la pandemia.
EN CONTRACCIÓN DESDE AGOSTO
En el detalle de la información, el Inegi dio cuenta de una segunda contracción trimestral consecutiva en los sectores agrupados en las actividades terciarias. Así, los servicios y comercio que forman parte de este segmento, registraron una baja de 0,7% entre octubre y diciembre respecto del trimestre previo, cuando estas mismas actividades mostraron una primera contracción de 0,3%.
Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México advirtieron en la última reunión monetaria del año pasado que la contracción de los servicios reflejaba parcialmente el impacto de la nueva regulación para la subcontratación laboral.
En el comparativo anual y con series también ajustadas por estacionalidad, las actividades terciarias registraron un crecimiento de 0,1%.
De acuerdo con la información del Inegi, las actividades secundarias, donde se encuentran la industria y actividades de manufactura, registraron un avance de 0,4% respecto del trimestre previo.
El desempeño de estas actividades se ha mantenido oscilando entre el 0,5% trimestral que observó entre enero y marzo; el 0,3% observado en el segundo y tercer trimestre y el 0,4% del último tramo del año.
De acuerdo con la estimación oportuna, las actividades secundarias que corresponden a la industria observaron un crecimiento anual de 6,8%, un rebote aritmético que resulta positivo ante la baja base de comparación del año previo.