Ese es el consenso al que han llegado un grupo de más de medio centenar de economistas y expertos consultados por The Wall Street Journal.
El producto interior bruto (PIB) de EE.UU crecerá en 2015 un 3%, en un año en que la caída del petróleo beneficiará a la economía en el primer semestre pero llevará al país a coquetear con la deflación, publica The Wall Street Journal.
Ese es el consenso al que han llegado un grupo de más de medio centenar de economistas y expertos consultados por ese diario, que coinciden en ser más optimistas sobre la evolución de la economía en los próximos doce meses.
El nuevo pronóstico de crecimiento del PIB para el conjunto del año es cuatro décimas mejor que el previsto hace unos meses, y también mejora las previsiones sobre la evolución de los salarios a medida que se refuerza el mercado laboral.
Según los expertos, el principal impulso para la primera economía del mundo será la pronunciada caída en los últimos meses de los precios del petróleo, que cerraron el año pasado con un desplome de casi el 50 % en los mercados referenciales de Nueva York y Londres.
Recientemente economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) vaticinaron que los precios del llamado "oro negro" se mantendrán bajos en un futuro cercano, lo que ayudará a impulsar la economía mundial entre un 0,3% y 0,7%.
Si el precio de la gasolina se mantiene cerca de los dos dólares el galón durante el año, eso permitirá a los hogares un ahorro anual de unos 750 dólares, lo que supone más de US$90.000 millones en todo el país, según Jim Miel, de la firma ACT Research.
Pero el petróleo barato -ha pasado de US$107 el barril de Texas en junio pasado a cotizar hoy en torno a los US$47 dólares- supone también que la economía estadounidense podría coquetear con la deflación de manera temporal, según Tom Porcelli, de RBC Capital Markets.
Los analistas coinciden también en que uno de los mayores riesgos para la economía estadounidense en los próximos doce meses son los problemas en Europa, desde una posible salida de Grecia del euro hasta el riesgo de que la eurozona vuelva a caer en recesión.
En cuanto a la situación del mercado laboral en Estados Unidos, el consenso de los expertos consultados por el diario es que el índice de desempleo se situará a final de año en el 5,2%, mientras algunos economistas prevén que baje incluso hasta el 5%.
La fortaleza del mercado laboral debería traer aparejado también un aumento de salarios para la mayoría de los trabajadores y se espera que para final de año suban un 2,6%, su mayor ascenso desde el final de la crisis financiera de 2008.
Finalmente, sobre la esperada subida los tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed, banco central), la mayoría de los analistas consultados por The Wall Street Journal respondieron que tendrá lugar en torno al mes de junio.