El embajador ecuatoriano en España, Cristóbal Roldán, explicó en entrevista con Europa Press que la medida forma parte de un plan económico que contempla asimismo el fomento del empleo y adelgazar un "Estado obeso".
Quito. Ecuador prepara una inversión de US$10.000 millones en sanidad en el último año de Gobierno de Lenín Moreno ante la posibilidad de que en unos meses se produzca un "rebrote" de la pandemia de coronavirus, en el marco de un plan económico que contempla asimismo el fomento del empleo y adelgazar un "Estado obeso", según ha explicado el embajador en España, Cristóbal Roldán, en una entrevista concedida a Europa Press.
La nación andina cuenta ya 36.756 casos de coronavirus, incluidas 3.108 víctimas mortales, lo que lo sitúa como el quinto país más afectado por la pandemia en América Latina. "La COVID-19 es un enemigo que desconocíamos las armas con las que podíamos atacarlo", de ahí que Ecuador y "la gran mayoría de países del mundo" estén sufriendo, ha dicho.
Roldán ha incidido en que, "mientras no haya una vacuna o una medicina que permita curar la COVID-19", la medida más eficaz para combatir el coronavirus sigue siendo el confinamiento y, en este sentido, ha destacado que Ecuador fue uno de los primeros países de América Latina en ordenarlo y movilizó más de US$600 millones para equipar "pequeños hospitales de ciudades pequeñas", con el fin de garantizar la atención médica más cercana y que los grandes hospitales no colapsaran.
El emisario ecuatoriano se ha mostrado seguro de que, sin esta respuesta inicial, el número de víctimas del coronavirus "podría haber sido mayor". Ahora que la situación está estabilizada, el Gobierno ha ideado un sistema colores --rojo, amarillo y verde-- por el cual se permite la reapertura en función de la evolución de la pandemia en cada territorio.
Así, Roldán ha indicado que los vuelos internacionales se reanudarán a partir del 1 de junio, si bien solo se permitirá embarcar a los pasajeros que acrediten un resultado negativo en un test PCR y, al aterrizar en Ecuador, se les hará otra prueba y se les pondrá en cuarentena durante nueve días en un hotel.
"Tiene que haber una nivelación entre las autoridades sanitarias, que no quieren que se propague el virus, y las autoridades económicas, que dicen que la crisis económica puede ser tan grave o aún más grave que la pandemia en un país con una pobreza extrema como el nuestro", ha defendido.
No obstante, esta paulatina vuelta a la normalidad se está haciendo con "cautela absoluta" para evitar una nueva ola de contagios que "posiblemente venga en tres o cuatro meses en Europa y no se sabe con exactitud (cuándo) en América Latina". "Nos daría un enorme dolor un rebrote", ha subrayado.
Plan de choque. Para superar este escollo y con miras a este posible "rebrote", Moreno ha lanzado un plan de choque que se basa en cuatro pilares y que implementará durante su último año en el Palacio de Carondelet.
El pilar fundamental es la salud, con una inversión prevista de US$10.000 millones para "fortalecer el sistema sanitario" mediante la capacitación y contratación de profesionales de la salud y para la compra de insumos médicos. Todo ello, "para que estemos atentos a la eventualidad de un rebrote", ha apuntado.
El embajador ha destacado que Moreno ha ordenado hacer una "compra unificada" de material médico a través del Ministerio de Salud, que incluye una "veeduría ciudadana", para evitar casos de corrupción, admitiendo que se han detectado "ciertos focos puntuales".
Otro eje será el apoyo mediante la entrega de alimentos --ya van más de un millón de lotes de comida repartidos a 750.000 personas y se espera llegar a los ocho millones de beneficiarios la próxima semana-- a la población más vulnerable.
"El 60 por ciento de los ecuatorianos activos son empleados informales. Esas personas tendrían que salir diariamente a buscar su pan para llevar a sus familias, pero este empleo informal esta prácticamente paralizado por la pandemia (...), por lo que queremos paliar el hambre", ha argumentado.
Indexar el precio del combustible. Otra medida de alivio, al menos temporal, será la reducción del precio de la gasolina y del diésel a 1,75 y un dólar, respectivamente. Sin embargo, Roldán ha aclarado que esa bajada se explica por el descenso del precio del petróleo en el mercado internacional.
El embajador ha indicado que "se va a indexar el precio de los combustibles al precio del petróleo en el mercado mundial", de modo que las eventuales subidas en este último afectarían también al primero. "Este Gobierno quiere hacer lo correcto, no quiere hacer lo popular. Estamos pensando en las futuras generaciones", ha defendido.
"El tercer eje es el empleo", ha declarado, precisando que el Gobierno ha prohibido los "despidos masivos" y favorecido el "entendimiento" entre empresas y trabajadores; ha eliminado pagos anticipados de impuestos para pequeños empresarios; ha firmado más de 80 contratos por valor de más de US$200.000 millones para generar 10.500 puestos de trabajo; y ha abierto una línea de crédito de US$5.000 millones para 600.000 emprendedores con "tasas muy bajas, periodos de gracia y plazos largos".
Un "Estado obeso". La otra cara de este plan es un recorte del gasto público de más de US$4.000 millones para adelgazar lo que Roldán ha calificado como un "Estado obeso e inoperante" que hay que "optimizar".
A este respecto, se reducirá la "masa salarial" de los trabajadores públicos en un 16% con una reducción paralela de su jornada laboral de ocho a seis horas, lo cual afectará al servicio exterior, con el cierre de cinco embajadas y seis consulados. En España, Roldán ha avanzado que esta "optimización" del personal no afectará a "más de cinco" personas.
Además, Ecuador no solo mantendrá sino que "protegerá la dolarización, que ha definido como "una barrera impenetrable" que no permite al país emitir moneda pero que ha dado lugar a "una disciplina fiscal que impide datos de inflación como se dan en Venezuela".
"Lo que estamos haciendo es ahorrar el gasto corriente del Estado y entregamos ese ahorro a los artesanos, a los campesinos y a la micro empresa", ha reivindicado, recalcando que este sistema es lo que ha generado confianza de los organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Ecuador. "Han visto que tenemos una posición responsable, que no vamos al 'default', sino que atenderemos y honraremos la deuda", ha aseverado.
A pesar de los amortiguadores económicos, Roldán ha asumido que el impacto económico será "gravísimo", mencionando también la inestabilidad generada por las protestas del año pasado, que ha atribuido a un "afán electoralista" del "correísmo". "No contábamos con los acontecimientos de octubre y no contábamos con la pandemia", ha expuesto.