Ecuador tiene necesidades de financiamiento por unos US$8.000 millones durante este año, debido a un abultado déficit fiscal que arrastra desde el 2017, por lo que necesita recursos frescos y en condiciones más accesibles.
Quito. El Fondo Monetario Internacional informó este martes que acordó con las autoridades de Ecuador profundizar el diálogo que mantienen desde el año pasado para un posible acuerdo financiero, en momentos en que el país sudamericano busca equilibrar sus finanzas públicas.
Ecuador tiene necesidades de financiamiento por unos US$8.000 millones durante este año, debido a un abultado déficit fiscal que arrastra desde el 2017, por lo que necesita recursos frescos y en condiciones más accesibles.
"Este posible acuerdo buscará proteger a los pobres y más vulnerables, impulsar la competitividad y la creación de empleo, mejorar la transparencia y la lucha contra la corrupción, así como fortalecer las bases institucionales de la dolarización", dijo el portavoz del FMI, Gerry Rice en un comunicado.
Ecuador colocó el mes pasado unos US$1.000 millones en bonos en el mercado internacional a una tasa de interés de 10,75%, la más alta desde que regresó a los mercados internacionales en el 2014 tras declarar una moratoria en parte de su deuda.
Un equipo del FMI se encuentra en Quito para continuar con el diálogo e "identificar cómo puede apoyar de la mejor manera el plan de política del gobierno", agregó el portavoz.
Por su parte, el Gobierno ecuatoriano reconoció que el apoyo financiero de organismos multilaterales como el FMI, el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) permite "que el país ahorre recursos por el pago de los altos intereses que ha debido asumir en los últimos años".
El presidente Lenín Moreno busca aplicar el llamado plan de prosperidad durante su gestión hasta 2021, que incluye estabilidad monetaria y fiscal, alza del empleo y reactivación productiva, manejo eficiente de recursos y protección social.
Moreno, quien ha culpado de la difícil situación económica a su exaliado político Rafael Correa, impulsa un plan de austeridad que incluye la revisión de los subsidios a los combustibles y la reducción del sector público.