El Indice de Precios al Consumidor (IPC) anotó en junio una variación de 0,16% respecto a mayo, y una inflación acumulada de 0,81% entre enero y junio.
La Paz.- La inflación de 0,81% en el primer semestre del año, la más baja de la región sudamericana, refleja la estabilidad y el crecimiento de Bolivia, coincidieron en señalar autoridades y economistas.
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) anotó en junio una variación de 0,16% respecto a mayo, y una inflación acumulada de 0,81% entre enero y junio, detalló un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Programa Fiscal Financiero 2019, suscrito entre el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB), establece para este año una meta de inflación de 4%, con un rango de proyección de entre 3 y 5%.
El viceministro de Presupuesto del Ministerio de Economía, Jaime Durán, dijo que los positivos indicadores registrados en este primer semestre y el año pasado estuvieron acompañados por una de las inflaciones más bajas en la región.
Este índice refleja signos de estabilidad y crecimiento favorable del país, pese a un panorama adverso en la región.
En 2018 Bolivia acumuló una inflación de 1,51%, la segunda más baja de la región después de Ecuador (0,34%), según el informe del estatal INE.
A partir de 2006, según Durán, el gobierno apuntaló como vital mantener controlados los precios de los productos esenciales de la canasta familiar y el abastecimiento a los mercados nacionales.
Dichas acciones se dieron con el fin de garantizar la seguridad alimentaria y proteger el bolsillo de la población boliviana, particularmente de los sectores más vulnerables.
"Ante factores climatológicos adversos que afectaron la producción del sector agrícola en algunos años, los actos de agio y especulación, la inflación importada de países vecinos, entre otros, se aplicaron diversas medidas para garantizar la oferta de bienes en el mercado interno", dijo.
Por su parte, el economista y ex presidente del BCB, Marcelo Zabalaga, dijo a la Xinhua que fueron eficientes las políticas monetarias como la venta directa de bonos del Banco Central.
Además, continuó, de las medidas fiscales (subvenciones a hidrocarburos, alimentos y servicios básicos) y cambiarias con la estabilidad del tipo de cambio que contribuyeron a mantener el control de precios en la economía nacional.
Recordó que en Bolivia, en el periodo neoliberal, se registraron elevadas tasas de inflación de dos dígitos en promedio que, combinado con bajas remuneraciones y el congelamiento del salario mínimo entre 2003 y 2005, generaron mayores niveles de pobreza en el país.
Asimismo, a diferencia de esta última década, la determinación de precios de productos de la canasta básica eran definidos por el libre mercado y se priorizaba las exportaciones antes que el abastecimiento del mercado interno.
Por su lado, el economista Luis Ballivián explicó que Bolivia continúa demostrando una política de manejo macroeconómico eficiente que acompaña a la estabilidad económica en general.
A decir del experto, una inflación baja y controlada promueve el uso eficiente de los recursos productivos, disminuye la incertidumbre e incentiva la inversión.